¿Qué pasa si un astronauta se quita el casco en el espacio?

 

La Nasa entrena a los astronautas para vivir en el espacio y cumplir con medidas de seguridad, como la operación de su traje.

Desde luego, los accidentes ocurren en cualquier momento, pero en el espacio exterior son fatales. Teniendo en cuenta información de Discovery News, el traje que un profesional utiliza para explorar lo que hay más allá del planeta Tierra es su seguro de vida.

En ese caso, el espacio es incierto y sin control de la acción humana, por lo que si un astronauta se quitara o perdiera su vestuario y casco de trabajo sufriría de manera automática, ya que el aire que tienen los pulmones sería expulsado por completo.

En términos médicos, el cuerpo sufriría de una anoxia que, según el sitio web Rheometrics, se describe como una falta total del aporte de oxígeno al cerebro, órgano vital para la vida y el funcionamiento de los sistemas que conforman el cuerpo.

En consecuencia, las células no adquieren el gas necesario para sobrevivir y en un par de segundos la persona que esté en el universo dejará de respirar. Sin embargo, eso no significa que sea el único signo que un astronauta podría experimentar, también hay momentos específicos que inciden y son mencionados por Discovery News.

Uno de los síntomas que el profesional de exploración aeronáutica tendría sería un fuerte dolor en su cuerpo, ya que los cascos de aire de los pulmones -alvéolos- se rasgarían desproporcionadamente y seguidamente se perdería el control del esfínteres, músculo en forma de anillo que relaja o ajusta para abrir o cerrar un conducto o una abertura del cuerpo, según el Instituto Nacional del Cáncer.

Para llegar a este tipo de argumentos, el citado portal de noticias consigna que se enviaron animales domésticos, como los perros, a la superficie del espacio y estos expulsaron sus intestinos, de forma instantánea, luego de perder su conciencia.

Luego de esto, aparece la ley de Boyle que se refiere al momento en que la presión baja y el volumen se incrementa. Esto teniendo en cuenta que el espacio exterior carece de presión, magnitud que mide la fuerza, así que el agua que tiene el organismo, como la saliva, pasa de estado líquido a gaseoso y el astronauta empieza a experimentar un aumento de temperatura en su boca.

Además, como no hay una medida de la capacidad de penetración de la fuerza, el cuerpo se hincha y la piel se tensa desproporcionadamente.

Sumado a esto, la sangre también tendría fatales consecuencias, pues es líquida y necesita oxígeno para transportarse adecuadamente. En un accidente del espacio, el cuerpo del astronauta sentiría calor en las arterias y su circulación podría quedar trancada, algo parecido a la trombosis, pero a mayores rasgos.

Conjuntamente, Discovery News señala que si el profesional de misión espacial no ve el Sol, moriría de frío con bajas temperaturas, pero su organismo no se congelaría, como se ha retratado en varias producciones de cine, sino que al no haber un lugar donde el calor se distribuya, el cuerpo se equilibra.

En la misma vertiente de la temperatura, si el astronauta resulta estar muy cerca al sol sufriría quemaduras impensables por los rayos UV.

Para terminar, el citado portal explica que el cuerpo quedaría flotando, como en una piscina, y aunque su sangre esté caliente y sus arterias hinchadas, el corazón podría seguir latiendo.

En esta misma línea de investigación, en el siglo XX se llevó a cabo un estudio con chimpancés, bajo el liderazgo de la Nasa, donde se pudo instalar la idea de que un astronauta tendría hasta tres minutos y medio para ser rescatado sin ninguna secuela.

 

https://www.semana.com/vida-moderna/articulo/como-seria-la-muerte-de-un-astronauta-si-se-quita-su-casco-en-el-espacio/202214/

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