Stonehenge fue un gigantesco calendario solar con semanas de diez días
El círculo de piedra de Stonehenge, en la inglesa llanura de Salisbury, es, sin duda alguna, uno de los monumentos megalíticos más famosos del mundo. Muchas teorías se han escrito respecto a su función, por ejemplo se ha supuesto que en el lugar se llevaban a cabo algún tipo de ceremonias, aunque la hipótesis más aceptada es la que postula que este antiguo henge se utilizó como un gigantesco calendario dada su alineación con los solsticios.
Ahora, el arqueólogo Timothy Darvill, de la
Universidad de Bournemouth, acaba de realizar un nuevo estudio sobre
Stonehenge. Basándose en los más recientes hallazgos llevados a cabo en el
círculo de piedra y en el análisis de otros antiguos sistemas calendáricos
contemporáneos ha concluido que el emblemático yacimiento es, sin duda alguna,
"un calendario solar basado en un año solar tropical de 362,25 días. La
clara alineación solsticial de Stonehenge ha llevado a la gente a sugerir que
el sitio incluía algún tipo de calendario, desde el anticuario William Stukeley
(el primero en defender esta hipótesis)", afirma Darvill.
Darvill examinó las piedras sarsen (un conjunto de
grandes bloques de arenisca utilizados para conformar uno de los círculos
concéntricos internos de Stonehenge) y llegó a la conclusión de que fueron
colocadas durante la misma fase constructiva, hacia 2500 a.C. Además, todas
procedían de la misma cantera y permanecieron siempre en la misma formación.
Según Darvill esto indicaría que las piedras "actuaron" todas como
una unidad. Darvill también examinó su numerología y las comparó con otros
elementos calendáricos de la misma época. Así, con todos los datos en la mano,
el investigador lanzó la teoría de que las piedras eran una representación
física del año y servían para ayudar a los antiguos habitantes de la región a
calcular los días, las semanas y los meses. "El calendario propuesto
funciona de una manera muy sencilla. Cada una de las 30 piedras en el círculo
de piedras sarsen (que estaban cubiertas con dinteles y de las que hoy quedan
17) representa un día dentro de un mes, dividido en tres semanas, cada una de
ellas de 10 días", explica el autor del estudio, quien añade que las
piedras distintivas en el círculo marcan el inicio de cada semana. Este tipo de
semanas de 10 días nos puede parecer inusual, pero en la antigüedad hubo muchas
culturas, como la egipcia o algunas del Mediterráneo oriental, que también lo
adoptaron.
Con el objetivo de que todo cuadrase a la
perfección, Darvill afirma que los antiguos constructores de Stonehenge también
tuvieron que intercalar en el círculo de piedras un mes de cinco días y añadir
un día más cada cuatro años para que coincidiera con el año solar. Según
Darvill, "el mes intercalado, probablemente dedicado a las deidades del
sitio, está representado por los cinco trilitos (compuestos por tres grandes
piedras, dos horizontales y una vertical) que hay en el centro del círculo, y
las cuatro piedras situadas fuera del henge proporcionan marcadores para
señalar hasta un día adicional". Por otra parte, los solsticios de inverno
y de verano estarían enmarcados por los mismos pares de piedras cada año.
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