Titán, el mundo más lejano donde una nave humana ha aterrizado

 

Desde que el ser humano se aventuró en el espacio, ha enviado su tecnología a muchos rincones del sistema solar. Antes de finalizar el siglo XX, nuestras sondas ya habían tocado las superficies de Marte y Venus, pero sería recién en 2005 que una nave aterrizaría en el mundo más lejano hasta la fecha: Titán, la luna más grande de Saturno.

La protagonista de la hazaña fue la sonda Huygens, diseñada por la Agencia Espacial Europea (ESA) y lanzada al espacio el 15 de octubre de 1997, como parte de la misión Cassini-Huygens (orbitador y sonda de aterrizaje, respectivamente).

El objetivo de este proyecto conjunto con la NASA y la Agencia Espacial Italiana (ASA) era conocer Saturno en profundidad: sus anillos, climas, geología y decenas de lunas. Pero el instrumento Huygens apuntaba al satélite saturniano más gigante de todos.

¿Por qué este lejano cuerpo del sistema solar exterior continúa siendo hasta hoy tan interesante?

Titán es un mundo especial para los astrónomos no solo por ser la segunda luna más grande del sistema solar después de Ganímedes, en Júpiter; sino por sus condiciones muy similares a la Tierra primitiva.

De modo parecido al planeta azul, Titán tiene una atmósfera densa de 600 kilómetros que está compuesta de nitrógeno (95%) y metano (5%). Asimismo, es el único otro lugar en el sistema solar donde también se ha visto un ciclo de lluvias similar al terrestre, con la excepción de que está basada en metano en vez de agua.

Las precipitaciones continuas —que varían dependiendo de las estaciones del planeta, también inclinado como la Tierra— hacen que la superficie de Titán sea cambiante. Principalmente en su polo sur, hay reservas de líquido (lagos y mares) y rocas duras de hielo debido al extremo frío de -180 ºC.

Los astrónomos creen que en 6.000 millones de años, cuando el Sol se convierta en una estrella gigante roja y su tamaño lo acerque al sistema solar exterior, las condiciones en Titán pueden ser favorables para los océanos estables.

Todas estas características convierten a Titán en una de las mejores candidatas para haber albergado (o albergar) vida microbiana extraterrestre que dependa del metano en vez del agua.

Siete años después del lanzamiento de la misión Cassini-Huygens, el módulo Cassini se insertó en la órbita de Saturno. Luego, en diciembre de 2004, expulsó con dirección a Titán a la sonda Huygens, su compañero de viaje que había permanecido ‘dormido’ durante todos esos años.

La violenta entrada a la atmósfera de Titán, en enero de 2005, demoró casi dos horas y media. Ya en la superficie su vida útil fue muy corta pero valiosa: durante una hora y diez minutos funcionó automáticamente y capturó 350 fotografías del terreno antes de perder comunicación con Cassini, que se alejó del punto de aterrizaje y siguió su órbita.

Los datos informáticos y postales del impresionante descenso a Titán quedaron registrados para la historia y, años después, pudieron ser recreadas en un video de la ESA.

Las imágenes muestran rocas similares a cantos rodados, por lo que se cree que hubo un fluido que corría por allí y los erosionó.

Pero el interés por este satélite gigante no ha acabado.

Continuando el legado de Cassini-Huygens, en 2026 la NASA enviará a Titán la misión Dragonfly (libélula en inglés) para estudiar la atmósfera del satélite, sus procesos químicos prebióticos y las reservas oceánicas de su subsuelo.

 

https://larepublica.pe/ciencia/2022/03/03/titan-el-mundo-mas-lejano-donde-una-nave-humana-ha-aterrizado-luna-de-saturno-sonda-huygens/

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