Astrónomos detectan una misteriosa lluvia de electrones dirigiéndose a la Tierra
Una extraña «lluvia de electrones» está cayendo del
campo magnético de la Tierra hacia nuestra superficie. Según los expertos, este
fenómeno influye en la aparición de las auroras boreales, aunque desconocen por
qué. La investigación fue publicada en Nature Communications.
El equipo de la Universidad de California-Los
Ángeles (UCLA) indica que esta «lluvia de electrones» también puede representar
un riesgo para los astronautas. El flujo de electrones lesiona las naves
espaciales y los satélites «de formas que aún no podemos predecir» (extracto
del artículo).
«A pesar de la creencia común de que el espacio está
separado de nuestra atmósfera superior, ambos están intrínsecamente conectados.
Comprender este vínculo beneficiará a los satélites y astronautas que pasan por
esa región», señaló Vassilis Vassilis Angelopoulos, coautor del estudio y
profesor de Física Espacial en la UCLA.
El fenómeno de la lluvia de electrones no es nada
nuevo. Los científicos saben desde hace décadas que estas partículas nacen en
el Sol y viajan una distancia de 150 millones de kilómetros hasta la Tierra.
Normalmente, nuestro campo magnético atrapa estos
electrones en una de dos estructuras magnéticas conocidas como «cinturones de
Van Allen». Sin embargo, a veces los vientos solares son demasiados y desbordan
los cinturones, provocando el efecto antes mencionado.
El nuevo estudio, sugiere que la lluvia de
electrones sería mucho más frecuente de lo que pensábamos. Peor aún, su
capacidad podría verse amplificada por las tormentas solares.
Para demostrarlo, los investigadores utilizaron
datos de los satélites ELFIN y THEMIS y analizaron los cinturones de Van Allen
en dos puntos. Notaron que la “lluvia” se produce por un factor llamado “ondas
sibilantes”, un tipo de radio de ultra baja frecuencia que ocurre durante las
tormentas eléctricas con muchos relámpagos.
Estas ondas energizan los electrones, los cuales son
acelerados cada vez más hasta ser «vertidos» desde los cinturones hacia la
Tierra. De ahí el nombre de “lluvia de electrones”. Y ahí radica la sorpresa:
la meteorología convencional anticipa estas lluvias por medios comunes: vientos
solares, tormentas geomagnéticas, etc.; no por el silbido de las olas.
El estudio tiene como objetivo comprender más sobre
estas ondas, para que consigamos actualizar nuestros modelos predictivos y
anticipemos mejor su ocurrencia. Es más, podríamos preservar la salud de los
astronautas y el buen desempeño de los satélites.
Las partículas cargadas de alta energía pueden dañar
los satélites y representar un peligro para los astronautas atrapados en su
camino. Si las agencias espaciales desean enviar misiones tripuladas a la Lunay
Marte en los próximos años, deberán conocer estos fenómenos.
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