Nueva pista para la vida extraterrestre: confirman movimientos de agua bajo la corteza helada de Europa
Científicos recrean en laboratorio el misterioso patrón “araña” de la luna Europa y apuntan a salmueras activas bajo el hielo
Un equipo internacional de investigadores ha logrado reproducir en
laboratorio la extraña figura radial detectada hace más de 25 años en la
superficie de Europa, una de las
lunas de Júpiter, y ha aportado una explicación científica que refuerza la
hipótesis de la existencia de agua salada líquida bajo su corteza helada.
La investigación se centra en el cráter
Manannán, de unos 22 kilómetros
de diámetro, donde la sonda Galileo
de la NASA detectó en 1998 una estructura ramificada en forma de asterisco.
Esta formación ha sido bautizada como Damhán Alla
(“araña” o “demonio de pared” en irlandés) y ha sido objeto de estudio desde
entonces por su compleja morfología.
Un experimento inspirado en fenómenos terrestres
El trabajo ha sido desarrollado por la investigadora Lauren Mc Keown (Universidad de Florida Central),
junto a científicos de la NASA
y del Planetary Science Institute. Para explicar la
formación del patrón, los investigadores se inspiraron en las llamadas “estrellas de lago”, estructuras que aparecen en
lagos helados de la Tierra cuando el agua asciende por fisuras y empapa la
nieve, generando formas ramificadas.
En laboratorio recrearon
condiciones similares a las de Europa utilizando un “simulador” de hielo con temperaturas cercanas a –100 ºC y agua salada. Los
resultados indican que, tras un impacto, las fracturas del hielo podrían haber
permitido la ascensión de salmuera
procedente del subsuelo, que al congelarse habría originado el
característico patrón arborescente observado desde el espacio.
Según los autores, estos
resultados sugieren la existencia de depósitos de
agua salada relativamente superficiales bajo la corteza de
Europa, lo que refuerza su interés científico como posible lugar con
condiciones compatibles con la vida.
Implicaciones para la búsqueda de
vida
La investigación concluye que
estos patrones podrían ser prueba de procesos activos bajo el hielo y que las
salmueras podrían encontrarse a profundidades de hasta seis
kilómetros. Además, estos sistemas podrían mantenerse durante
miles de años tras un impacto, lo que incrementa su relevancia científica.
Formaciones similares podrían
estar presentes también en otros cuerpos del sistema solar, como Encélado (Saturno) o Ceres,
lo que abre nuevas líneas de investigación en astrobiología.
La misión Europa Clipper, clave
para confirmar la hipótesis
Los científicos confían en que la
misión Europa Clipper de la NASA, lanzada en 2024 y
prevista para llegar al sistema joviano en 2030, permita obtener imágenes de
mayor resolución del cráter Manannán y detectar otros patrones semejantes. Su
objetivo será confirmar si estas estructuras están asociadas a depósitos
líquidos accesibles y profundizar en el conocimiento del océano subterráneo de
Europa.
Para
los investigadores, este hallazgo refuerza la idea de que Europa no es un mundo
inerte, sino un entorno dinámico donde siguen produciéndose procesos geológicos
y potencialmente habitables bajo su superficie congelada.










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