El “Glaciar del Juicio Final” se acerca a su colapso y podría elevar el nivel del mar hasta 65 centímetros

Investigaciones internacionales alertan del rápido debilitamiento del glaciar Thwaites en la Antártida Occidental y su potencial impacto global sobre ciudades costeras y ecosistemas

El glaciar Thwaites, situado en la Antártida Occidental y conocido popularmente como Glaciar del Juicio Final, continúa preocupando a la comunidad científica internacional por su creciente inestabilidad. Este enorme bloque de hielo actúa como un “tapón” natural que contiene grandes masas de hielo interiores; su colapso podría desencadenar un aumento acelerado del nivel del mar y desestabilizar glaciares vecinos.

Evidencias de deterioro estructural
Un estudio reciente de la Colaboración Internacional del Glaciar Thwaites (ITGC), basado en datos satelitales y observaciones entre 2002 y 2022, confirma un deterioro significativo de la plataforma de hielo oriental. Los investigadores han detectado un incremento sustancial de grietas, algunas de más de 8 kilómetros, que han duplicado la extensión de fracturas internas en dos décadas, pasando de 165 a más de 336 kilómetros totales.

Este daño estructural ha provocado una aceleración del flujo de hielo hacia el océano, generando un ciclo de retroalimentación en el que las grietas aumentan la velocidad del hielo y, a su vez, esa velocidad favorece nuevas fracturas, debilitando aún más la estabilidad del glaciar.

Impacto previsto en el nivel del mar y consecuencias globales
Según los científicos, el colapso del Thwaites por sí solo podría provocar una subida del nivel del mar de hasta 65 centímetros. Sin embargo, su desintegración podría afectar a glaciares adyacentes, elevando el nivel del mar varios metros en las próximas décadas.

Las consecuencias directas incluirían:

  • Inundaciones permanentes en zonas costeras bajas.
  • Afectación a grandes ciudades como Miami, Nueva York, Ámsterdam, Shanghái, Venecia o Buenos Aires.
  • Daños en infraestructuras críticas.
  • Impacto socioeconómico y ambiental significativo, incluyendo desplazamientos de población y deterioro de ecosistemas costeros y polares.

¿Se puede evitar el colapso?
Los expertos coinciden en que no es posible detener completamente el proceso de desestabilización del Thwaites, aunque sí retrasar su avance. La reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y la mitigación del calentamiento global son consideradas medidas clave para frenar en la medida de lo posible su retroceso.

Los científicos advierten de que el estado del glaciar es una señal de alerta global, directamente vinculada al cambio climático, y subrayan la necesidad de actuar ahora para reducir riesgos futuros.

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