¿Cómo evolucionó nuestro dedo pulgar?
La evolución de nuestros dedos pulgares ha sido
determinante para vivir como lo hacemos actualmente. Gracias a ellos podemos
sostener objetos, así como deslizarlos por las pantallas de nuestros teléfonos
móviles. Pues bien, aunque este dedo sea muy importante para el ser humano y se
hayan hecho numerosas investigaciones sobre él, aún quedan ciertas incógnitas
por resolver. Esto ha causado un gran debate entre los expertos, que se
preguntan: cuándo surgió la destreza manual parecida a la humana y qué especie
de homínido fue la primera en utilizarlos hábilmente. Un equipo de
investigadores ha querido resolver estas dudas, estudiando la biomecánica del
pulgar humano y la evolución de su destreza en diferentes especies humanas.
La investigación que han llevado a cabo se ha
publicado en la revista 'Current Biology'. A través del modelado virtual de los
músculos, han logrado obtener un nuevo punto de vista sobre el momento exacto
en el que surgió la habilidad del pulgar. Los resultados que sacaron indican
que "un aspecto fundamental de la oposición eficiente del pulgar apareció
hace aproximadamente 2 millones de años, posiblemente asociado con nuestro
propio género Homo, y no caracterizó al Australopithecus, el primer fabricante
de herramientas de piedra propuesto", explican los autores.
La destreza manual aumentó como resultado de la
posición del pulgar, lo cual propició que nuestros antepasados tuvieran una
gran ventaja frente al resto de homínidos. Katherina Harvati, investigadora de
la Universidad de Tubinga (Alemania) comenta que "es probable que este
haya sido un elemento crucial que subyace al desarrollo de la cultura compleja
durante los últimos 2 millones de años, dando forma a nuestra evolución biocultural".
Desde que comenzaron las investigaciones sobre el dedo pulgar, los antropólogos
y anatomistas se centraron en estudiar el esqueleto de los seres humanos
modernos y las especies de homínidos anteriores, con el propósito de encontrar
semejanzas entre los restos óseos.
No obstante, la investigación liderada por Harvati,
resalta que "la mayoría de las interpretaciones anteriores de las
capacidades de manipulación de los huesos de la mano de los homínidos fósiles
han dependido, por lo tanto, de la suposición de que su nivel de destreza
manual está directamente relacionado con el grado en que se parecen a la forma
humana moderna. Sin embargo, esta premisa ignora el hecho de que se puede
lograr un nivel similar de eficiencia biomecánica mediante estructuras con
distintas morfologías y no aborda la influencia crítica de los tejidos blandos
en el rendimiento de agarre". Por este motivo, comentan que el nuevo
estudio se ha basado enun modelado virtual de los músculos con un análisis
tridimensional de la forma y tamaño de los huesos analizados.
Durante la investigación, los científicos se
encontraron con una gran sorpresa en los restos fósiles de las manos de los
homínidos del yacimiento de Swartkrans en Sudáfrica. Estos datan de hace unos 2
millones de años, y "se atribuyen a los primeros Homo o a la rama lateral
de homínidos extintos Paranthropus robustus, podrían haber poseído una destreza
en el uso del pulgar similar a la de los humanos modernos", recalcan los
investigadores. Por lo tanto, los homínidos sudafricanos que vivieron hace 2
millones de años, fueron los que desarrollaron el dedo pulgar completamente
diestro, al contrario que nuestros antecedentes más próximos.
"Estos niveles de destreza consistentemente
altos en especies de Homo son indicativos del gran valor adaptativo de la
oposición del pulgar para la evolución biocultural humana", asegura
Harvati. Es decir, que la destreza del pulgar hace 2 millones de años pudo
haber sentado las bases para desarrollar una cultura mucho más compleja.
Además, este fenómeno apareció a la vez que el linaje de Homo erectus,
caracterizado por un cerebro más grande y por habitar fuera de África. Ahora el
equipo de investigadores alemanes pretende continuar su estudio para comprender
cómo sepasó a la producción y el uso de herramientas.
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