La tercera fase de funcionamiento del Gran Colisionador de Hadrones se acercará al Big Bang
Un equipo de científicos del Consejo Superior de
Investigaciones Científicas (CSIC) participa en la tercera fase de
funcionamiento del Gran Colisionador de Hadrones (LHC por sus siglas en inglés)
del Conseil européen pour la recherche nucléaire (CERN), el mayor y más potente
acelerador de partículas del mundo, que ha vuelto a ponerse en marcha a finales
de abril tras una pausa de más de tres años. Durante este nuevo periodo,
denominado Run 3, investigadores del Instituto de Física de Cantabria
(IFCA-CSIC-UC) analizarán los datos de colisiones entre partículas que recoja
el LHC. El gran número de colisiones que esperan registrar permitirá, entre
otros avances, el estudio del bosón de Higgs con la mayor precisión posible.
El pasado 22 de abril, a las 12:16 horas, dos
protones comenzaban a circular en direcciones opuestas a través del anillo de
27 kilómetros del LHC con una energía de inyección de 450 mil millones de
electronvoltios (450 GeV). "De 2009 a 2012 se llevó a cabo la fase Run 1,
cuando se descubre el bosón de Higgs, durante la cual, el LHC funcionaba con
una colisión de 7 y 8 teraelectronvoltios (TeV). Luego se paró dos años hasta
2015, cuando empezó a funcionar con una colisión de 13 TeV, durante el periodo
Run 2, que comprendió de 2016 a 2018. A finales de 2018 se volvió a parar
cuatro años. En verano de este año comenzará a funcionar con una energía de
13,6 TeV", explica Celso Martínez, investigador en el Grupo de Física de
Partículas e Instrumentación del IFCA y representante del detector CMS en España.
"No existe ningún acelerador a nivel mundial que llegue a esa energía
controlada", destaca Martínez.
Un nuevo ciclo
Se trata del final de la segunda parada larga del
LHC y el inicio de un nuevo ciclo de recolección de datos físicos, que se
extenderá durante los próximos cuatro años y cuyo comienzo está previsto para
el próximo mes de julio. "Llevan ya unas semanas circulando partículas
dentro del acelerador para ver que está todo bien", explica el
investigador del IFCA.
"Nuestro objetivo es analizar los datos, ver
nueva física, si es posible, y esto nos va a llevar varios años de aquí en
adelante. Además, ahora tendremos que ir al detector CMS para analizar los
datos", comenta Alicia Calderón, investigadora en el Grupo de Física de
Partículas del IFCA.
Los datos recopilados nutrirán, a su vez, varios de
los proyectos en los que está involucrado el IFCA: "Uno de computación, de
Francisco Matorras, otro de mejora, dirigido por Gervasio Gómez e Iván Vila, y
otro para análisis en el Run 3, el mío junto a Calderón, que analizará todos
los datos que recibimos en Higgs, en top quark, en SUSY (Supersimetría) y
materia oscura", comenta el representante de CMS en España.
No será hasta este verano cuando los detectores del
acelerador comiencen a recoger datos de colisiones entre partículas a una
energía récord y en cantidades nunca alcanzadas, y a ofrecer datos al equipo
investigador, como explica Martínez. "En principio, el 4 de agosto de 2022
empezaría a colisionar ".
Hasta esa fecha, la comunidad científica del LHC
trabajará para volver a poner en marcha la maquinaria de manera progresiva y
aumentar de forma segura la energía y la intensidad de las partículas, con el
objetivo de producir colisiones a una energía récord de 13,6 billones de
electronvoltios.
En el caso de los experimentos ATLAS y CMS, la
comunidad investigadora espera registrar más colisiones durante este nuevo Run
3 que en los dos anteriores periodos de funcionamiento juntos, mientras que el
experimento LHCb, que ha sido completamente renovado durante la parada, prevé
que su número de colisiones detectadas se multiplique por tres. Por su parte,
ALICE, un detector especializado en el estudio de las colisiones de iones
pesados, espera multiplicar por cuatro o por cinco el número total de colisiones
de iones detectadas gracias las mejoras implementadas.
Una mirada más
precisa
El gran número de colisiones que los científicos
esperan registrar permitirá, no solo profundizar en el estudio del bosón de
Higgs, sino también someter al Modelo Estándar de física de partículas (la
mejor teoría que los físicos tienen actualmente para describir las piezas
fundamentales del edificio del universo) a las pruebas más estrictas realizadas
hasta la fecha.
También se prevé el comienzo de dos nuevos experimentos,
FASER y SND@LHC, diseñados para buscar física más allá del Modelo Estándar.
Además, el equipo investigador tiene otros objetivos para este nuevo Run 3,
como el estudio de colisiones protón-helio para medir la frecuencia con la que
se produce la antimateria de los protones en estas interacciones o el análisis
de colisiones con iones de oxígeno. También ampliarán el conocimiento sobre la
física de los rayos cósmicos y del plasma quark-gluón, un estado de la materia
que existió poco después del Big Bang.
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