Ya hay 1.111 linces en España
El lince ibérico se recupera a buen ritmo, después
de estar en franco peligro de desaparición, pero sigue haciendo frente a graves
amenazas: el progresivo descenso de las poblaciones de conejos, la
desertificación de los suelos y los atropellos en la carretera son los
principales. Los linces en España se han más que quintuplicado en solo cuatro
décadas.
Tras 40 años de gran preocupación por la
conservación del lince ibérico, su población ha mejorado aunque aún «no se
puede bajar la guardia», ha asegurado Alejandro Rodríguez, investigador de la
Estación Biológica de Doñana (CSIC), quien destaca que su futuro depende de la
población de conejos.
El lince ibérico, uno de los felinos más amenazados
del mundo, muestra una gran mejoría en sus poblaciones, con un total de 1.111
ejemplares entre individuos adultos o subadultos y cachorros, según el último
censo de 2020 facilitado por el Ministerio de Transición Ecológica y el Reto
Demográfico.
En una entrevista con Efe, Rodríguez ha celebrado la
recuperación del número de individuos desde hace 40 años, no obstante advierte
de que «el futuro de este animal no está exento de peligros», aunque si se
sigue trabajando de la misma manera, el número de linces en libertad debería al
menos cuadruplicarse.
El experto ha observado que a pesar de que la
aparición de nuevos factores que alteran su bienestar -cambio climático,
empeoramiento de su hábitat o nuevas especies invasoras-, esta especie ha
experimentado una mejora en el número de individuos en el área suroccidental de
la Península.
Rodríguez, quien ha desarrollado la mayor parte de
su carrera profesional en la Estación Biológica de Doñana profundizando en el
campo de la biología de la conservación- ha informado de que «la cifra de
linces podría sugerir una estabilidad que no ha existido nunca antes», puesto
que hace veinte años apenas quedaban 200 ejemplares
Sin embargo, a pesar del buen ritmo que el lince
ibérico ha ido tomando –gracias a la concienciación ciudadana y ayudas
concedidas por la Comisión Europea– el número de individuos no es el suficiente
como para considerar a este animal como un «ser autosuficiente».
Según Alejandro Rodríguez, la recuperación del lince
muestra signos de alivio, y es que, como ha comentado el investigador, la tasa
de crecimiento se ha multiplicado por cinco desde hace veinte años, y aunque lo
positivo del caso es la repoblación, es muy difícil calcular las previsiones de
cara a los próximos años.
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