Ofrecen sueldos de 3.000 dólares al mes por trabajar en la Antártida
La situación económica de Argentina está entre las
peores de los últimos años: un dólar que llegó a los $350, con una inflación
interanual que superó el 60% y más de 5% sólo en junio. Ante un panorama
oscuro, donde el miedo a una híper inflación, el temor a saqueos y una crisis
económica, política y social casi irreparable, las personas buscan emigrar a
otras partes del mundo para buscar mejores trabajos y tener una vida en un país
más estable.
Irse a vivir a España, Italia, Portugal o Estados
Unidos, son opciones válidas y bien pensadas por los argentinos. No obstante,
también existen caminos mucho más extravagantes, y que están ligados a ofertas
laborales que ofrecen empresas en los lugares más inhóspitos del planeta.
La ONG británica Fondo del Patrimonio Antártico
lanzó una oferta laboral para personas de todo el mundo que quieran aventurarse
en un terreno inigualable. Quienes están en plena búsqueda laboral pueden
postularse al trabajo de contador de pingüinos en la Antártida, que ofrece esta
organización.
La propuesta busca personas que quieran a trabajar
en uno de los lugares más recónditos.
Los requisitos para postularse al empleo son saber
inglés, tener conocimientos básicos de matemáticas y, aunque parezca obvio, ser
resiliente y soportar las bajas temperaturas, que en invierno rondan entre los
-40° y los -70°. (El récord de temperatura más baja se registró en 2021 y fue
de -89°.
El trabajo trata de contar pingüinos papúa en Port
Lockroy, una de las bases que tiene el Reino Unido en la Antártida. Allí, el
Fondo del Patrimonio Antártico pagará a los empleados u$s 2.200 por mes, por
sus labores.
Si bien es un sueldo jugoso para los argentinos, lo
cierto es que los sacrificios que se deben realizar -dejar la familia,
prescindir de la vida con tu comunidad de origen y estar aislado con los demás
trabajadores a temperaturas extremas- hace que cualquier persona lo piense más
de una vez antes de tomar la decisión de emigrar al Polo Sur.
La ONG británica trabaja en la Antártida para
"conservar artefactos y edificios históricos, para ayudar a las
generaciones actuales y futuras a descubrir, comprender, valorar y proteger esta
preciosa naturaleza salvaje".
"En Port Lockroy, Base A, recibimos visitantes
durante todo el verano austral para explorar el Museo, visitar la oficina de
correos más al sur, observar la colonia de pingüinos y compartir las maravillas
de la historia del continente blanco", enumeran desde UK Antartic Heritage
Trust.
Además, destacan en su página oficial que con su
"ambicioso programa de arte, educación y eventos" reúnen "a
personas de todo el mundo para aprender sobre el pasado, el presente y el
futuro de la Antártida".
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