Sale a la luz un virus gigante escondido en el hielo ártico hace 48.000 años
Siete tipos de virus hasta ahora desconocidos, entre
ellos uno que permaneció congelado en el permafrost siberiano durante 48.500
años, revivieron a causa del derretimiento de los hielos del Ártico por el
cambio climático.
Aunque los virus descubiertos no se consideran un
riesgo para los humanos, los científicos advierten que otros expuestos por el
hielo derretido del Polo Norte podrían ser "desastrosos" y provocar
nuevas pandemias en el futuro.
El más antiguo de los virus hallados fue bautizado
"Pandoravirus yedoma" por la "caja de pandora" y pertenece
a un género de virus gigante descubierto por primera vez en 2013. Tiene un
micrómetro de largo y 0,5 micrómetros de ancho, lo que significa que es visible
con un microscopio óptico, y es, de esta forma, el segundo virus más grande en
tamaño físico de cualquier género viral conocido después de pithovirus.
El virus fue encontrado en permafrost a 16 metros por
debajo del fondo de un lago en Yukechi Alas en Yakutia, Rusia, donde había
permanecido congelado más de 48.500 años.
"Es un récord mundial", dijo Jean-Michel Claverie, virólogo de
la Universidad de Aix-Marseille (Francia) a la revista New Scientist.
Alrededor del 65% del territorio ruso está
clasificado como permafrost, suelo que permanece permanentemente congelado
incluso durante los meses de verano.
"Una cuarta parte del hemisferio norte está
sustentada por suelo permanentemente congelado, conocido como permafrost",
dice la investigación, que aún no ha sido revisada por sus pares, publicada en
en el servidor bioRxiv.
Pero el aumento de las temperaturas, producto del
calentamiento global, hace que el suelo comience a descongelarse, expulsando
animales (como el rinoceronte lanudo o un lobo muerto hace 40.000 años) y
objetos que estuvieron congelados durante miles de años.
"Parte de esta materia orgánica también
consiste en microbios celulares revividos (procariotas, eucariotas
unicelulares) así como virus que permanecieron latentes desde tiempos
prehistóricos", explica el informe.
El descubrimiento de especímenes tan bien
conservados también acrecentó los temores científicos de que las enfermedades
que los animales pueden haber portado hace miles de años puedan descongelarse
con ellos y, a diferencia de sus anfitriones, puedan sobrevivir al
descongelamiento.
Jean-Michel Claverie advirtió el año pasado sobre
evidencia "extremadamente buena" de que "puedes revivir
bacterias del permafrost profundo".
El profesor mencionó el caso del pithovirus, que
había estado congelado durante unos 30.000 años antes del experimento, que si
bien es inofensivo para los humanos, es una prueba de que los virus congelados
durante mucho tiempo pueden "despertar" y comenzar a reinfectar a los
huéspedes.
"Todavía es imposible estimar cuánto tiempo
estos virus podrían permanecer infecciosos una vez expuestos a las condiciones
exteriores (luz ultravioleta, oxígeno, calor) y qué probabilidades hay de que
encuentren e infecten a un huésped adecuado en el intervalo", dijeron los
investigadores.
Pero, agregaron, "el riesgo aumentará en el
contexto del calentamiento global cuando el deshielo del permafrost siga
acelerándose y más personas poblarán el Ártico a raíz de las empresas industriales".
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