Webb se asoma a las primeras galaxias del universo a 12.500 millones de años luz
Pocos días después de comenzar oficialmente sus
operaciones científicas, el telescopio espacial James Webb de la NASA propulsó
a los astrónomos hacia un reino de galaxias antiguas que habían estado ocultas
y fuera del alcance de todos los demás telescopios hasta ahora.
“Todo lo que vemos es nuevo. Webb nos está mostrando
que hay un universo muy rico más allá de lo que imaginábamos”, dijo Tommaso
Treu, de la Universidad de California en Los Ángeles, quien es coinvestigador
de uno de los programas de Webb. “Una vez más, el universo nos ha sorprendido.
Estas primeras galaxias son muy inusuales en muchos sentidos”.
Los resultados provienen del Sondeo desde el Espacio
Amplificado con Lentes Grims para el Programa de Primeras Observaciones
Científicas de Webb (GLASS-JWST, por sus siglas en inglés) y el Sondeo de
Primeras Observaciones Científicas sobre la Evolución Cósmica (CEERS, por sus
siglas en inglés). Dos artículos científicos, dirigidos por Marco Castellano,
del Instituto Nacional de Astrofísica en Roma, Italia, y Rohan Naidu, del
Centro de Astrofísica Smithsonian de Harvard, en Cambridge, Massachusetts,
acerca de estos resultados han sido publicados en la revista Astrophysical
Journal Letters.
Con solo cuatro días de análisis, los investigadores
encontraron dos galaxias excepcionalmente brillantes en las imágenes de
GLASS-JWST. Estas galaxias existieron aproximadamente entre 450 y 350 millones
de años después del Big Bang (con un desplazamiento al rojo de entre 10,5 y
12,5, respectivamente), aunque las futuras mediciones espectroscópicas con Webb
ayudarán a confirmar estos datos.
“Con Webb, nos sorprendió encontrar la luz estelar
más lejana que nadie haya visto, solo días después de que Webb publicara sus
primeros datos”, dijo Rohan Naidu, refiriéndose a la galaxia más lejana
observada con GLASS, conocida como GLASS-z12. Se cree que esta galaxia se
remonta a 350 millones de años después del Big Bang. La anterior poseedora del
récord es la galaxia GN-Z11, que existió 400 millones de años después del Big
Bang (con un desplazamiento al rojo de 11,1). Esta galaxia fue identificada en
2017 por el telescopio Hubble y el observatorio Keck durante programas de
observación del cielo profundo.
“Con base en todas las predicciones, pensábamos que
teníamos que buscar en un volumen de espacio mucho mayor para encontrar
galaxias como estas”, dijo Castellano.
“Estas observaciones simplemente te hacen explotar
la cabeza. Este es un capítulo completamente nuevo en la astronomía. Es como
hacer una excavación arqueológica y de repente encontrar una ciudad perdida o
algo que no conocías. Esto es sencillamente impactante”, añadió Paola Santini,
cuarta autora del artículo científico de Castellano et al. acerca de las
observaciones de GLASS-JWST.
“Si bien todavía es necesario confirmar con
espectroscopia las distancias de estas primeras fuentes, sus brillos extremos
son un verdadero rompecabezas, lo que desafía nuestra comprensión de la
formación de las galaxias”, señaló Pascal Oesch, de la Universidad de Ginebra
en Suiza.
Las observaciones de Webb llevan a los astrónomos
hacia el consenso de que una cantidad inusual de galaxias en el universo
primitivo eran mucho más brillantes de lo que se esperaba. Esto le facilitará a
Webb encontrar galaxias aún más antiguas en estudios posteriores del cielo
profundo, según los investigadores.
“Hemos logrado algo que es increíblemente
fascinante. Estas galaxias tendrían que haber empezado a juntarse tal vez
apenas 100 millones de años después del Big Bang. Nadie esperaba que la edad
oscura hubiera terminado tan pronto”, dijo Garth Illingworth, de la Universidad
de California en Santa Cruz. “El universo primitivo habría tenido solo una
centésima parte de su edad actual. Es una fracción mínima de tiempo en un
cosmos en evolución de 13.800 millones de años de edad”.
Erica Nelson, integrante del equipo de Naidu/Oesch
en la Universidad de Colorado, señaló que “nuestro equipo quedó impresionado al
ser capaz de medir las formas de estas primeras galaxias; sus discos tranquilos
y ordenados cuestionan nuestra comprensión de cómo se formaron las primeras
galaxias en el abarrotado y caótico universo primitivo”. Este notable
descubrimiento de discos compactos en tiempos tan antiguos solo fue posible
gracias a las imágenes mucho más nítidas de Webb, en luz infrarroja, en
comparación con Hubble.
“Estas galaxias son muy diferentes a la Vía Láctea u
otras grandes galaxias que vemos hoy en día a nuestro alrededor”, dijo Treu.
Illingworth enfatizó que las dos galaxias brillantes
halladas por estos equipos tienen mucha luz. Dijo que una opción es que podrían
haber sido muy masivas, con muchas estrellas de baja masa, como las galaxias
posteriores. Otra opción es que podrían haber sido mucho menos masivas y
consistirían en una cantidad mucho menor de estrellas extraordinariamente
brillantes, conocidas como estrellas de Población III. Propuestas en teoría
durante mucho tiempo, serían las primeras estrellas en nacer, ardiendo a
temperaturas abrasadoras y compuestas solo de hidrógeno y helio primordiales,
antes de que las estrellas pudieran cocinar más tarde elementos más pesados en
sus hornos de fusión nuclear. En el universo local no se ven estrellas
primordiales tan extremadamente calientes.
“De hecho, la fuente más lejana es muy compacta y
sus colores parecen indicar que su población estelar está particularmente
desprovista de elementos pesados, e incluso podría contener algunas estrellas
de Población III. Solo los espectros de Webb lo dirán”, dijo Adriano Fontana,
segundo autor del artículo científico de Castellano et al. y miembro del equipo
de GLASS-JWST.
Las estimaciones actuales de Webb de la distancia
hasta estas dos galaxias se basan en la medición de sus colores infrarrojos.
Eventualmente, las mediciones espectroscópicas de seguimiento que mostrarán
cómo se ha estirado la luz en el universo en expansión proporcionarán una
verificación independiente de estas mediciones cósmicas. “Recién ahora Webb
está comenzando a revelar los secretos de las primeras galaxias: los verdaderos
descubrimientos están por venir”, dijo Illingworth.
El telescopio espacial James Webb es el principal
observatorio de ciencias espaciales del mundo. Webb resolverá los misterios de
nuestro sistema solar, verá más allá de mundos distantes alrededor de otras
estrellas y explorará las misteriosas estructuras y los orígenes de nuestro
universo y nuestro lugar en él. Webb es un programa internacional dirigido por
la NASA con sus socios: la Agencia Espacial Europea (ESA) y la Agencia Espacial
Canadiense (CSA).
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