El mosasaurio reinó en los mares hace 100 millones de años
En la era de los dinosaurios, algunas de las
especies han gozado de un mayor protagonismo en función de lo que imponían. El
mundo del cine de ciencia ficción también ha tenido un papel muy destacada a la
hora de construir una visión sobre unos animales que poblaron la tierra hace ya
unos cuantos millones de años. Hay un determinado dinosaurio que, al contrario
de otras especies terrestres, no ha estado en portada. Es curioso, porque el
mosasaurio es una de las especies que más interés ha levantado a la comunidad
científica.
Nos encontramos ante el rey de las profundidades del
océano. El megalodón es la especie que se ha llevado todos los honores, pero lo
cierto es que este otro gigante de los mares está siendo objeto de estudio por
sus múltiples curiosidades. Posiblemente no conocerás esta variedad de
dinosaurio, pero si has visto la entrega de Jurassic World, habrás comprobado
cómo en una escena una criatura de increíbles dimensiones es alimentada con un
tiburón blanco. Justo nos estamos refiriendo a esta familia de animales.
Un estudio ha revelado cuáles podrían ser las
características más interesantes de este conjunto de animales acuáticos, por
qué se trataba de uno de los dinosaurios más increíbles de la historia y, sin
duda alguna, por qué estamos hablando de un animal único en el ámbito de los
océanos. Su principal peculiaridad radicaba en su increíble tamaño y su feroz
mandíbula, pero es posible que guardase alguna que otra cualidad diferencial.
Una estructura afilada de dientes y un arsenal de
técnicas para cazar a sus víctimas
El mosasaurio era un depredador que se encontraba en
lo más alto de la cadena trófica en el agua. Solía tener una dieta muy variada,
la cual estaba formada, especialmente, por otros peces de distinto tamaño y,
por supuesto, por otros animales como tortugas. Ahora bien, ¿y si su increíble
hilera de dientes no tenía la finalidad esperada? De acuerdo con el portal
Gizmodo, se ha podido comprobar cómo esta estructura ósea estaba formada,
especialmente, por una dotación de huesos con autonomía propia.
Esto permitiría a esta bestia de los océanos
gestionar mucho mejor la mordida, pudiendo desgarrar la carne con pequeñas
sacudidas. Del mismo modo, se ha podido comprobar cómo nos encontramos ante un
animal que, pese a disfrutar de un aspecto increíblemente voluminoso (hay
evidencias de que podría tener una longitud de hasta 15 metros) no tenía una
mordida con una fuerza proporcional a su tamaño. Es muy posible, por tanto, que
consiguiese dejar malheridas a sus víctimas para, posteriormente, ir pegando
bocados a los restos.
Es en este momento cuando surgió la duda de los
investigadores. ¿Y si tuviera una capacidad especial para desarrollar un tipo
de veneno? Esta es una hipótesis que ha ido ganando un mayor peso con el paso
del tiempo. Al parecer, se han encontrado cavidades específicas que permitirían
entender este tipo de cualidad en algunos de los restos hallados. Sin embargo,
se cree que la toxina consistiría, básicamente, en la incorporación de un
agente anticoagulante. Esto terminaría por confirmar la hipótesis mencionada
anteriormente.
Sin duda alguna, nos encontramos ante uno de los
animales más peligrosos y alucinantes de la era de los dinosaurios. Se trató
del principal depredador en el ámbito acuático y, tras 100 millones de años,
los investigadores están llevando a cabo importantes estudios para conocer
cuáles fueron sus principales armas de ataque.
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