Así es la búsqueda de ovnis en los confines del mundo
Las fuerzas armadas estadounidenses son capaces de
hacer muchas cosas, pero encontrar los restos de un objeto volador no
identificado desperdigados en una extensión deslumbrante de hielo ártico a -34
grados Celsius durante las seis horas disponibles de luz solar no es una de
ellas.
La búsqueda de un ovni derribado comenzó y terminó
cerca de este pueblo donde residen trabajadores de la industria petrolera en el
congelado confín del mundo, y donde pilotos de la Armada a bordo de aviones
Boeing P-8 Poseidon por fin se rindieron el viernes, cuando dieron por
terminada su misión sin haber hallado ninguna respuesta.
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Horas después y a unos 800 kilómetros, las fuerzas canadienses que buscaban los fragmentos de un segundo objeto en territorio del Yukón se retiraron con las manos vacías. Lo mismo sucedió en el lago Hurón, donde los capitanes de la Guardia Costera atracaron sus botes sin hallar lo que sea que fuera que derribaron los pilotos de combate en unidades F-22 con un misil Sidewinder de 400.000 dólares. (De hecho, los pilotos dispararon dos misiles; el primero no dio en el blanco).
Los tres objetos fueron interceptados en rápida
sucesión el 10, 11 y 12 de febrero, apenas días después de que Estados Unidos
derribó un globo gigante de espionaje chino el 4 de febrero. Pero tan pronto
como comenzó el frenesí nacional en torno a los fenómenos aéreos, las fuerzas
militares empacaron sus cosas y se fueron a casa, dejando las respuestas
encapsuladas en el hielo del Ártico y bajo las olas espumosas del lago Hurón.
En Deadhorse —una localidad con una población
permanente de 25 personas— la vida ya había vuelto a la normalidad para la
mañana del sábado. Los trabajadores del sector petrolero partieron a su jornada
laboral antes de que saliera el sol y regresarían en la noche para cenar e irse
a dormir temprano. Nancy Bremer, recepcionista del hotel Aurora —donde se ubica
el único restaurante del pueblo: una línea de producción estilo bufé que sirve
filetes de atún de aleta amarilla y hamburguesas con queso— dijo que los
lugareños le daban prioridad al trabajo y no les interesaba la amenaza que
planteaba un objeto derribado sobre el hielo.
Pese a la amabilidad de las buenas personas de
Deadhorse, muchos aún teníamos bastantes preguntas. Para una nación fascinada
por esta saga desde que empezaron las ofensivas aéreas contra objetos
misteriosos —¡Pop! ¡Pop! ¡Pop!— ese desenlace parecía incompleto.
¿Tenía que ver con extraterrestres? (La Casa Blanca
dice que no). ¿Eran dispositivos de vigilancia de procedencia misteriosa? (La
Casa Blanca dice que no). ¿Globos de aficionados? (La Casa Blanca dice que tal
vez nunca lo sepamos).
Pero, claro, esto es Estados Unidos. ¿Cuándo fue la última
vez que dejamos pasar algo así?
Quizá algunas respuestas se encuentren en Illinois
donde, según dos personas familiarizadas con la investigación, los agentes del
Buró Federal de Investigaciones (FBI, por su sigla en inglés) han entrevistado
a un equipo de apasionados de la aviación como pasatiempo que comentaron que su
globo se había perdido en alguna parte de la costa suroeste de Alaska el sábado
pasado, durante su séptimo viaje alrededor de la Tierra.
Nadie del gobierno o el club de aficionados ha
confirmado que alguno de los objetos derribados haya sido el pequeño globo
meteorológico del grupo, pero el grupo eliminó su sitio web tras una avalancha
de preguntas.
El gobierno de Biden está dejando que la ciudadanía
arme el rompecabezas para encontrar una respuesta. El jueves, el presidente Joe
Biden, con la intención aparente de zanjar las diferencias diplomáticas con
China, le dijo al público que probablemente los tres objetos no identificados
no fueran dispositivos de vigilancia.
“La actual valoración de la comunidad de
inteligencia es que lo más probable es que estos tres objetos hayan estado
vinculados a empresas privadas o instituciones recreativas o de investigación
que estudian el clima o realizan otro tipo de investigación científica”, dijo
Biden. También comentó que no se arrepentía de haber derribado el primero. (El
sábado, el principal diplomático de China, Wang Yi, dijo que la reacción
estadounidense era “absurda e histérica”).
Sam Lyman, un piloto que se traslada desde
Albuquerque, Nuevo México para trabajar en Deadhorse, mencionó que, en su
opinión, la explicación del gobierno sobre por qué derribó los objetos
voladores —que se desplazaban a una altitud que los convertía en una posible
amenaza para las aeronaves civiles— tenía lógica.
El objeto que flotaba sobre Alaska viajaba a unos
12.200 metros de altura cuando fue derribado.
Durante sus 30 años como piloto, Lyman, de 47 años,
relató que había visto innumerables globos meteorológicos y de fiesta —un
cementerio de FELIZ CUMPLEAÑOS y RECUPÉRATE PRONTO en los cielos— y dijo que un
enorme globo meteorológico bien sería capaz de obstruir el trayecto de un
avión, lo cual podría tener consecuencias “desastrosas”, como que explotara
sobre la parte frontal de una aeronave.
“Es como que
existan 100 pajares y encuentres una aguja”, dijo el piloto Sam Lyman sobre la
posibilidad de hallar los restos.Credit...Brian Adams para The New York Times
Y eso si es que, en realidad, fue un globo, cosa que
la Casa Blanca dice que no puede confirmar.
“La única información que tenemos es lo que suben a
internet”, afirmó Lyman. “No diré más”.
Así que paso a enumerar algunos datos, según un alto
oficial del ejército de EE. UU. que no tenía autorización para hablar en
público:
• NORAD,
la organización de defensa aérea tal vez mejor conocida por su página de
internet en la que rastrea a Santa Claus la víspera de Navidad, monitorea los
cielos a diario en busca de amenazas serias. Los tres objetos, que eran más o
menos del tamaño de un Beetle de Volkswagen, fueron captados luego de que NORAD
ajustara sus sistemas luego del incidente del globo espía con el fin de captar
un rango más amplio de objetos que viajan a distintas velocidades y alturas.
• Los
pilotos que derribaron el objeto en el Ártico dijeron que era metálico y se
rompió en pedazos. No se sabe si esos trozos eran suaves o duros. Los pilotos
perdieron de vista el material cuando cayó por las nubes.
• Sea
lo que hayan sido esos tres objetos, eran mucho más pequeños que el globo espía
chino, que fue rescatado de un campo de escombros de 2,5 kilómetros cuadrados
frente a la costa de Carolina del Sur y contenía miles de kilos de materiales.
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