Detectan un asteroide extremadamente pequeño y desconocido hasta ahora
Un equipo internacional de astrónomos europeos,
entre los que se encuentran investigadores de la Universidad de Alicante (UA),
que utiliza el telescopio espacial James Webb (JWST) de la Nasa, la Agencia
Espacial Europea (ESA) y la Agencia Espacial Canadiense (CSA) ha detectado un
asteroide extremadamente pequeño, de entre 100 y 200 metros de diámetro, y
desconocido hasta ahora.
El objeto es probablemente el más pequeño observado
hasta la fecha por el Webb dentro del cinturón principal de asteroides, situado
entre Marte y Júpiter, según ha informado este lunes la UA en un comunicado.
La detección de este cuerpo tiene importantes
implicaciones para la comprensión de la formación y evolución del sistema
solar.
Los resultados del trabajo sugieren que el asteroide
descubierto mide entre 100 y 200 metros, ocupa una órbita de muy baja
inclinación y se encuentra en la región interior del cinturón principal en el
momento de las observaciones del Webb.
Los modelos actuales predicen la presencia de
asteroides muy pequeños, pero no se han estudiado con tanto detalle como sus
homólogos de mayor tamaño debido a la gran dificultad para observarlos.
La gran novedad de este hallazgo reside en que el
equipo de investigación ha utilizado una nueva técnica para detectar y
caracterizar pequeños objetos con los datos generados por el telescopio James
Webb: la calibración MIRI (Mid-InfraRed Instrument), basada en longitudes de
onda infrarrojas.
«De forma totalmente inesperada hemos detectado un
pequeño asteroide en las observaciones de calibración MIRI disponibles al
público», ha explicado el astrónomo del Instituto Max Planck de Física
Extraterrestre (Alemania) Thomas Müller, según la nota de prensa de la UA.
Para poder «detectar un cuerpo como éste con
telescopios ópticos terrestres sería necesario utilizar más de una hora de
observaciones de los telescopios más grandes disponibles. Sin embargo, con el
Webb, el telescopio más grande y potente jamás lanzado al espacio, el objeto es
visible con unos pocos minutos de observación», ha dicho, por su parte, el
investigador del Instituto de Física Aplicada a las Ciencias y las Tecnologías
de la UA y coautor del trabajo, Toni Santana-Ros.
A priori, el equipo de trabajo no podía saber si el
objeto detectado era muy pequeño y lejano o muy grande y cercano. La novedad
del método empleado estriba en que los investigadores han combinado medidas de
la posición del cuerpo observado con las restricciones debidas al modelo
térmico derivadas de las observaciones en infrarrojo del JWST.
«De este modo, hemos podido definir la distancia al
objeto y su tamaño», ha revelado Santana-Ros.
El sistema solar está repleto de asteroides y
pequeños cuerpos rocosos: los astrónomos conocen actualmente la existencia de
más de 1,1 millones de estos restos de los primeros tiempos del sistema
planetario.
Se espera que la capacidad del telescopio espacial
James Webb de la Nasa, la ESA y la CSA para explorar estos objetos en
longitudes de onda infrarrojas conduzca a nuevos descubrimientos científicos
revolucionarios, según el comunicado de la UA.
El equipo internacional de astrónomos que ha
participado en este estudio está formado por Toni Santana-Ros, de la
Universidad de Alicante y de la Universidad de Barcelona; Przemysław Pawel
Bartczak, de la Universidad de Alicante y la Universidad A. Mickiewicz
(Polonia); T. G. Müller y S. Kruk, del Instituto Max Planck de Física
Extraterrestre (Alemania); M. Micheli, del Centro de Coordinación NEO de la ESA
(Italia), y D. Oszkiewicz, de la Universidad A. Mickiewicz (Polonia).
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