Descubren que el anquilosaurio cantaba como un loro
Si pensamos en dinosaurios, lo normal es imaginarlos
emitiendo rugidos o gruñidos, como en las películas. Sin embargo, parece que el
anquilosaurio (Pinacosaurus grangeri), conocido por su curiosa armadura picuda,
en realidad cantaba como un pájaro.
Esta es la conclusión de un estudio publicado
recientemente en Nature Communications y es cierto que no debería sorprendernos
mucho. Al fin y al cabo, el parentesco entre aves y dinosaurios es sobradamente
conocido. No obstante, las conclusiones obtenidas a partir de los fósiles de
sus aparatos fonadores han apuntado a que los sonidos no eran uno de sus puntos
coincidentes. Tampoco podemos estar seguros de cómo sonaban los dinosaurios. De
hecho, para los rugidos y gruñidos de Jurassic Park se usó una mezcla de
llamadas de otros animales, mezclada con ciertas dosis de imaginación.
Ahora, gracias al fósil conservado de la laringe de
un anquilosaurio, sabemos que tenía mucho en común con una estructura típica de
las aves. Por eso, posiblemente sonaba más bien como un pájaro. Pero más como
un loro que como un ruiseñor. Muy agradable no sería.
Los autores de este estudio, procedentes del Museo
Universitario de Hokkaido, en Japón, y del Museo de Historia Natural de Nueva
York, trabajaron sobre la laringe fosilizada de un ejemplar de anquilosaurio
que debió vivir hace 72-84 millones de años. Es, por lo tanto, la laringe más
antigua registrada de un dinosaurio de este tipo.
Lógicamente, eso lo convierte en un fósil muy
interesante para su estudio. Y a ello se disponían estos científicos cuando
algo llamó su atención. Tenía muchos puntos en común con un órgano típico de
las aves: la siringe.
Se encuentra en la base de la tráquea y ayuda a
emitir sonidos a través de las vibraciones del propio órgano, sin necesidad de
cuerdas vocales. Es así como emiten ese característico canto, pero también como
algunos, como los loros, pueden incluso imitar la voz humana.
En el caso del anquilosaurio, no tenía siringe. Pero
su laringe era muy parecida a este órgano. De hecho, mientras que la laringe de
la mayoría de animales sirve para cerrar la glotis y evitar atragantamientos,
entre otras funciones, la del anquilosaurio no parecía tener esa capacidad. Al
contrario, sus paredes podían tener la capacidad de vibrar y generar sonidos,
como los de los pájaros. Concretamente, por sus características, el sonido
podría haber sido parecido al de los loros.
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