El día en que un avión tuvo que aterrizar de urgencia porque 'un ovni lo seguía'

 

La noche del domingo 11 de noviembre de 1979 transcurría tranquila para el vuelo JK-297, un avión Súper Caravelle que transportaba a 109 pasajeros con destino a la isla de Tenerife, en España. Pero esto no duró mucho. Lo que suponía ser una ruta comercial normal, terminó en un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto militar de Manises después de una presunta persecución ovni.

Todo comenzó cuando casi a media noche, a tan sólo diez millas de Ibiza, la tripulación se percató de unas luces rojas frente a ellos. A la distancia, parecía otro avión que se estaba acercando poco a poco, corriendo el riesgo de estrellarse. Alarmados, el piloto Francisco Javier Lerdo de Tejada se comunicó con la torre de control de Barcelona, advirtiendo que veían tráfico en su trayectoria y que necesitaban saber si aquellas luces venían hacia ellos.

Pero la respuesta que recibieron fue desconcertante. Los radares no detectaron ningún objeto que pudiese intervenir. A su vez, las luces comenzaron a perseguir el avión por casi setenta millas. Se acercaban cada vez más y más, llegando a estar a casi 500 metros de distancia.

Según el director del aeropuerto de Manises, Miguel Morlan, eran cinco luces las que estaban tras la aeronave. Estas eran rápidas y lograban moverse con gran facilidad por el cielo, superando cualquier maniobra evasiva antes vista.

Con determinación, Lerdo de Tejada decidió cambiar el rumbo del avión, evitando una posible intercepción y buscando el aeropuerto más cercano para poder aterrizar. Su objetivo ya no era el aeropuerto de aquella isla de las Canarias, sino un aeropuerto militar en Manises, Valencia.

En las conversaciones grabadas, de hecho se puede escuchar cuando el piloto dice: “Es mucho más rápido que nosotros y se acerca cada vez más. ¡Me voy para Valencia!”

Mientras Lerdo de Tejada pedía permiso para aterrizar, un caza de combate 'Mirage F-1' fue despachado desde Albacete, con el fin de interceptar el objeto. El capitán Fernando Cámara persiguió las luces por varios minutos, hasta que se dio cuenta de que era imposible alcanzarlos. Cada vez que el Mirage aceleraba, los luminosos puntos rojos también. Fue cuando el capitán paró sobre la ciudad de Zaragoza y decidió volver a Valencia.

Pero el trayecto fue interrumpido cuando recibió la orden de sobrevolar el municipio de Sagunto, pues las mismas luces se estaban viendo en el lugar. Al final sucedió exactamente lo mismo: el objeto era inalcanzable e igualaba la velocidad. Por falta de combustible, decidió dar la vuelta y dirigirse a la base militar, en donde ante decenas de testigos también estaba sucediendo algo increíble.

Las luces rojas que habían perseguido al vuelo comercial de la empresa TAE (Transportes Aéreos Españoles) lo siguieron hasta que aterrizó en Menises. Varias personas que estuvieron cerca de los hechos reportaron haber visto los puntos rojos en el cielo esa noche.

Esta era la primera vez en la historia en la que un vuelo comercial debía aterrizar de emergencia por una persecución ovni. De hecho, el caso fue tan polémico que el caso llegó al Congreso de los Diputados. Allí, el diputado del Partido Socialista Obrero Español, Enrique Múgica, pidió explicaciones a la Armada y al Gobierno.

Por su parte, el Ministerio de Defensa declaró que no se había logrado determinar el origen de aquel tráfico. La solicitud se dio en septiembre de 1980, casi un año después de lo sucedido. Pero no fue sino hasta 1994 cuando el Ejército del Aire desclasificó el caso, aceptando que varias personas vieron el fenómeno en la región en diferentes horas de la madrugada.

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