El hipopótamo, en peligro de extinción
El hipopótamo necesita que el mundo tome conciencia
de que corre serio peligro de extinguirse. Para ayudar a que esto ocurra, el 15
de febrero de cada año, se celebra el Día Internacional del Hipopótamo. Su
nombre deriva del griego antiguo y significa “caballo de río”.
Existen en África solo dos especies, el hipopótamo
común (hippopotamus anphibius) y el hipopótamo pigmeo (hipopótamus
liberiensis), ambas están en peligro de extinción. En las zonas del mar
Mediterráneo, Egipto, Argelia y Mauritania, ya está extinto.
Solo algunos hipopótamos se encuentran en el centro
y el sur del continente africano. Según la Unión Internacional para la
Conservación de la Naturaleza (UICN), quedan en libertad entre 125.000 y 145.000
ejemplares.
La degradación de su hábitat y la caza furtiva son
las principales causas de su peligrosa situación. A lo que se suma, en el caso
del hipopótamo pigmeo, la intensa deforestación de las zonas que habita.
El hipopótamo es un animal semi acuático que es
oriundo del continente africano y solo vive en esa región. Se lo considera, en
la actualidad, como el cuarto animal más grande de los que existen en nuestro
planeta. Solo hay tres que lo superan en tamaño, la ballena azul, el
rinoceronte y el elefante. Desde la antigüedad, es motivo de estudio por su tamaño,
su actividad y su comportamiento con su entorno.
Las dos especies de hipopótamo difieren
principalmente en tamaño. El primero puede medir hasta 4,8 metros y pesar
hasta, 3600 kilos. El segundo no supera los 250 kilos de peso y mide hasta 1,5
metros. Aunque tienen costumbres parecidas, el hipopótamo pigmeo es más
terrestre que el común, que pasa la mayor parte del día en el agua.
A pesar de ser animales extremadamente pesados,
pueden correr a gran velocidad cuando huyen de algún depredador. También son
excelentes nadadores y pueden aguantar sin respirar debajo del agua hasta 5
minutos. Esta capacidad es utilizada por los hipopótamos para dar largos paseos
por los ríos y lagos africanos.
Los machos son extremadamente agresivos durante la
temporada de celo de la hembra. Es usual en esta época ver a dos grandes machos
golpeándose entre sí para demostrar quién es más fuerte. Abren su gran boca
mostrándole a su rival los dientes y se golpean con las mandíbulas. Sin
embargo, casi siempre el macho más débil, se retira y no llegan a lastimarse
seriamente.
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