Descubren la familia de agujeros negros más cercana a la Tierra
Luego de haber descubierto a Gaia BH1, el agujero
negro más cercano a la Tierra, los astrónomos a cargo de la misión Gaia de la
ESA hallaron a Gaia BH2, el segundo más cercano. Gaia BH1 está ubicado a solo
1.560 años luz de nosotros y Gaia BH2 a 3.800, justo en nuestro ‘patio trasero
cósmico’.
En ambos casos, los objetos son aproximadamente diez
veces más masivos que nuestro Sol. Se trata de una familia de agujeros negros
con características no observadas con anterioridad, comunicaron la semana
pasada. “Lo que diferencia este nuevo grupo de agujeros negros de los que ya
conocíamos es su amplia separación respecto a sus estrellas compañeras. Es
probable que la formación de estos agujeros negros tenga una historia
completamente diferente a la de los binarios de rayos X”, explica Kareem
El-Badry, descubridor de los nuevos agujeros negros e investigador del Centro
de Astrofísica Harvard-Smithsonian (CAHS), en EE.UU.
El nuevo tipo de agujero negro no emite luz, lo que
los hace prácticamente invisibles, probablemente porque están mucho más lejos
de sus estrellas compañeras. Gaia BH1 y Gaia BH2 son los agujeros negros con
las órbitas más separadas de todos los observados hasta ahora
El hecho de que también sean los agujeros negros
conocidos más cercanos a la Tierra sugiere que todavía hay muchos más agujeros
negros similares en binarios anchos esperando ser descubiertos.
“Esto es muy emocionante porque ahora implica que
estos agujeros negros con órbitas amplias son en realidad comunes en el
espacio, más comunes que los binarios en los que el agujero negro y la estrella
están más cerca.
Pero el problema es detectarlos”, explicó Yvette
Cendes, astrónoma del CAHS que ayudó a descubrir el segundo agujero negro. Sus
resultados fueron publicados, la semana pasada, en Monthly Notices of the Royal
Astronomical Society.
Como no emiten luz, ni siquiera rayos X u ondas de
radio, su detección solo fue posible analizando sus efectos gravitacionales.
“La precisión de los datos de Gaia fue esencial para este descubrimiento.
Los agujeros negros se encontraron al detectar el
pequeño bamboleo de su estrella compañera mientras orbitaba a su alrededor.
Ningún otro instrumento es capaz de tales
mediciones”, dice Timo Prusti, científico del proyecto Gaia de la ESA. “Aunque
no detectamos nada, esta información es increíblemente valiosa porque nos dice
mucho sobre el entorno que rodea a un agujero negro”, subrayó Cendes.
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