Webb revela en una explosión estelar el polvo cósmico del que estamos hechos
La explosión de una estrella es un acontecimiento
dramático, pero los restos que deja la estrella pueden ser aún más dramáticos.
Una nueva imagen en el infrarrojo medio del telescopio espacial James Webb de
la NASA ofrece un ejemplo impresionante. Esta imagen muestra los restos de la
supernova Casiopea A (Cas A), que fueron creados por una explosión estelar hace
340 años. Cas A es el remanente más joven conocido de la explosión de una
estrella masiva en nuestra galaxia, lo que la convierte en una oportunidad
única para aprender más sobre cómo ocurren supernovas como esta.
“Cas A representa nuestra mejor oportunidad para
observar el campo de escombros tras la explosión de una estrella y de realizar
una especie de autopsia estelar con el fin de comprender qué tipo de estrella
estaba allí anteriormente y cómo explotó esa estrella”, dijo Danny
Milisavljevic, de la Universidad de Purdue en West Lafayette, Indiana, quien es
investigador principal del programa de Webb que captó estas observaciones.
“En comparación con las imágenes infrarrojas
anteriores, vemos detalles increíbles a los que no habíamos podido acceder
antes”, agregó Tea Temim, de la Universidad de Princeton en Princeton, Nueva
Jersey, quien es coinvestigadora del programa.
Casiopea A es el remanente prototípico de una
supernova que ha sido ampliamente estudiado por diversos observatorios
terrestres y espaciales, entre los que se encuentra el Observatorio de rayos X
Chandra de la NASA. Las observaciones en diferentes longitudes de onda se
pueden combinar para proporcionar a los científicos una comprensión más
completa de este remanente.
Los llamativos colores de la nueva imagen de Cas A,
en la cual la luz infrarroja se traduce en longitudes de ondas de luz visible,
contienen una gran cantidad de información científica que el equipo está
empezando a desentrañar. En el exterior de la burbuja, particularmente en la
parte superior y a la izquierda, se encuentran cortinas de material de color
naranja y rojo debido a la emisión de polvo caliente. Esto marca el lugar donde
el material expulsado por la explosión de la estrella choca contra el gas y el polvo
circunestelares a su alrededor.
En el interior de esta capa exterior se encuentran
filamentos moteados de color rosa brillante que están salpicados de grumos y
nudos. Esto representa el material de la propia estrella, que brilla debido a
una mezcla de diversos elementos pesados, como oxígeno, argón y neón, así como
a la emisión de polvo.
“Todavía estamos tratando de desentrañar todas estas
fuentes de emisiones”, dijo Ilse De Looze, de la Universidad de Gante en
Bélgica, otra coinvestigadora del programa.
También se puede observar el material estelar, que
aparece como jirones más tenues cerca del interior de la cavidad.
Quizás lo más destacado es un bucle, representado en
verde, que se extiende a lo largo del lado derecho de la cavidad central. “Lo
hemos apodado el ‘Green Monster’ (monstruo verde) en honor al estadio Fenway
Park de Boston. Al mirar de cerca, se observa que está lleno de marcas de lo
que parecen miniburbujas”, dijo Milisavljevic. “La forma y la complejidad son
inesperadas y difíciles de entender”.
Los orígenes del polvo cósmico... y de nosotros
Entre las preguntas científicas que Cas A puede
ayudar a responder está: ¿De dónde viene el polvo cósmico? Las observaciones
han encontrado que incluso las galaxias muy jóvenes en el universo primitivo
están bañadas de cantidades masivas de polvo. Es difícil explicar los orígenes
de este polvo sin apelar a las supernovas, que arrojan grandes cantidades de
elementos pesados (los componentes básicos del polvo) a través del espacio.
Sin embargo, las observaciones existentes de las
supernovas no han podido explicar de manera concluyente la cantidad de polvo
que vemos en esas primeras galaxias. Al estudiar Cas A con Webb, los astrónomos
esperan obtener una mejor comprensión de su contenido de polvo, lo cual podría
ayudar a informar nuestra comprensión acerca de dónde se crean los componentes
básicos de los planetas y de nosotros mismos.
“En Cas A, podemos resolver espacialmente las
regiones que tienen diferentes composiciones de gases y observar qué tipos de
polvo se formaron en esas regiones”, explicó Temim.
Las supernovas como la que formó Cas A son cruciales
para la vida tal como la conocemos. Ellas esparcen elementos, como el calcio
que encontramos en nuestros huesos y el hierro de nuestra sangre, a través del
espacio interestelar, sembrando nuevas generaciones de estrellas y planetas.
“Al comprender el proceso de explosión de las
estrellas, estamos leyendo la historia de nuestro propio origen”, dijo
Milisavljevic. “Voy a pasar el resto de mi carrera tratando de entender lo que
hay en este conjunto de datos”.
El remanente de Cas A abarca una extensión de unos
10 años luz y se encuentra a 11.000 años luz de distancia en la constelación de
Casiopea.
El telescopio espacial James Webb es el principal
observatorio de ciencias espaciales del mundo. Webb resolverá los misterios de
nuestro sistema solar, verá más allá de mundos distantes alrededor de otras
estrellas y explorará las misteriosas estructuras y los orígenes de nuestro
universo y nuestro lugar en él. Webb es un programa internacional dirigido por
la NASA con sus socios: la Agencia Espacial Europea (ESA) y la Agencia Espacial
Canadiense (CSA).
.
Comentarios
Publicar un comentario