Científicos avistan un misterioso objeto 10 millones de veces más brillante que el Sol
El universo despliega ante nosotros una galería infinita de enigmas: en la actualidad, los científicos están desconcertados ante un misterioso objeto celeste tan brillante que, según la física, ya debería haber explotado. O lo que es lo mismo, ya no debería existir.
La NASA ha estado siguiendo las llamadas fuentes
ultraluminosas de rayos X —o ULX por sus
siglas en inglés, UltraLuminous X-ray source—, objetos que pueden ser 10
millones de veces más brillantes que el Sol, para entender cómo funcionan.
En teoría, estos objetos son imposibles porque
rompen el límite de Eddington, una regla de la astrofísica que dicta que un
objeto solamente puede ser tan brillante antes de que se rompa. Es la
luminosidad máxima que un cuerpo, como una estrella, puede lograr cuando existe
un equilibrio entre la fuerza de radiación que actúa hacia afuera y la fuerza
gravitacional que actúa hacia adentro.
Un nuevo estudio confirma categóricamente que M82
X-2, un ULX situado a 12 millones de años luz, es tan brillante como sugerían
observaciones anteriores.
Pero la pregunta sigue en el aire: ¿cómo puede
existir brillando tanto?
El principio en el que se basa la regla de Arthur
Eddington es sencillo. El brillo a esta escala procede únicamente de material
—como polvo estelar o restos de planetas en desintegración— que cae hacia un
objeto masivo, como un agujero negro o una estrella muerta.
Al ser atraído por la intensa gravedad del objeto,
el material se calienta e irradia luz. Cuanta más materia caiga hacia el
objeto, más brillante será. Pero hay un problema.
Llega un momento en que la materia atraída es tan
grande que la radiación que emite debería ser capaz de superar la fuerza de
gravedad del objeto masivo. Eso significa que, en algún momento, la radiación
de la materia debería empujarla y dejar de caer.
Pero si no está cayendo, la materia no debería estar
radiando, lo que significa que el objeto no debería ser tan brillante. De ahí
el límite de Eddington.
M82 X-2 logra lo imposible
Debido al límite de Eddington, los científicos se
han preguntado si el brillo del ULX categorizado como M82 X-2 fue realmente
causado por enormes cantidades de material que cayeron en él.
Una teoría, por ejemplo, es que los fuertes vientos
cósmicos concentraron todo el material en un cono. Según esta teoría, el cono
apuntaría hacia la Tierra, lo que crearía un haz de luz que nos parecería mucho
más brillante que si el material estuviera disperso uniformemente alrededor del
ULX.
Pero un nuevo estudio sobre este M82 X-2, un ULX
causado por una estrella de neutrones pulsante en la galaxia Messier 82, ha
echado por tierra la teoría del cono.
Cabe recordar que una estrella de neutrones es un
objeto superdenso que queda cuando una estrella se queda sin energía y muere.
Se trata de remanentes estelares que han alcanzado el fin de su viaje evolutivo
a través del espacio y el tiempo.
El nuevo análisis, publicado en The Astrophysical
Journal en abril, descubrió que M82 X-2 atraía unos 9.000 millones de billones
de toneladas de material al año desde una estrella vecina, es decir,
aproximadamente 1,5 veces la masa de la Tierra, según un comunicado de la NASA.
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