Un agujero negro supermasivo cambia de dirección y apunta su horizonte de sucesos directamente a la Tierra
Un objeto ubicado a 656 millones de años luz de
distancia de la Tierra, que previamente había sido clasificado como una
radiogalaxia estándar, es en realidad algo más: posee un monstruoso agujero
negro supermasivo, emitiendo un chorro de plasma que ahora apunta en dirección
directa hacia la Tierra, a velocidades relativistas que oscilan entre un 95 % y
un 99 % de la velocidad de la luz. Esta condición lo transforma en un blázar,
una de las fuentes energéticas más intensas que existen en el cosmos.
Un equipo internacional de astrónomos ha descubierto
el profundo cambio que ha sufrido una galaxia denominada PBC J2333.9-2343,
debido a la actividad única que tiene lugar dentro de su núcleo. Previamente
clasificada como una radiogalaxia convencional, una nueva investigación publicada
recientemente en la revista Monthly Notices of the Royal Astronomical Society
demuestra que en realidad esta galaxia, localizada aproximadamente a 656
millones de años luz de distancia de nuestro planeta, cobija a un blázar que
emite un poderoso chorro relativista de plasma. Las emisiones han cambiado de
dirección y ahora apuntan directamente hacia la Tierra.
El chorro relativista de PBC J2333.9-2343 no insume
ningún riesgo para nuestro planeta, pero obliga a cambiar el concepto que
tenían los científicos sobre este objeto y puede arrojar luz sobre los
misteriosos blázares. “Comenzamos a estudiar esta galaxia ya que mostraba
propiedades peculiares. Nuestra hipótesis era que el chorro relativista de su
agujero negro supermasivo había cambiado de dirección, y para confirmar esa
idea tuvimos que realizar muchas observaciones”, indicó en una nota de prensa
la Dra. Lorena Hernández-García, de la Universidad de Valparaíso, en Chile,
autora principal del nuevo estudio.
Los astrónomos ahora saben que PBC J2333.9-2343 es
en realidad una radiogalaxia gigante que tiene 4 millones de años luz de
diámetro y posee un núcleo galáctico activo (AGN) con un chorro relativista,
responsable de emisiones de plasma que viajan a velocidades cercanas a la
velocidad de la luz.
Este chorro relativista, también conocido como
“jet”, nace desde el centro del agujero negro supermasivo de la galaxia, que al
estar activo “traga” permanentemente nuevo material estelar, el cual se acumula
en el disco de acreción que lo rodea. Parte de ese material es expulsado hacia
distintas partes del Universo, con una potencia descomunal que se observa en
muy pocos fenómenos cósmicos.
La investigación ha revelado que el chorro de plasma
de PBC J2333.9-2343 cambió drásticamente su dirección en un ángulo de hasta 90
grados, pasando a apuntar directamente hacia nosotros. Esta característica lo
convierte en un blázar y modifica la concepción que tenían hasta hoy los
especialistas sobre este objeto distante.
El “jet” del blázar está compuesto por partículas
elementales cargadas como electrones o protones, que se mueven a velocidades
que llegan hasta un 99 % de la velocidad de la luz. Se movilizan en círculos
alrededor de un fuerte campo magnético, provocando la emisión de radiación en
todo el espectro electromagnético. En PBC J2333.9-2343, el chorro relativista
se origina cerca del agujero negro supermasivo localizado en su centro.
Para descubrir los misterios de esta extraña
galaxia, los científicos tuvieron que observarla en una amplia gama de
longitudes de onda. PBC J2333.9-2343 se observó con telescopios de radio,
ópticos, infrarrojos, de rayos X, ultravioleta y de rayos gamma. Aunque en el
pasado se han apreciado cambios en la dirección de los chorros relativistas de
los blázares, esta es la primera vez que se observa una variación tan drástica.
Los astrónomos creen que el fenómeno podría haberse
originado por un evento de fusión con otra galaxia o cualquier otro objeto
relativamente grande, o debido a un fuerte estallido de actividad en el núcleo
galáctico después de un extenso período de inactividad.
..
Comentarios
Publicar un comentario