El agujero negro de la Vía Láctea despertó hace 200 años
Datos del telescopio IXPE de la NASA ayudaron a los investigadores a estimar la luminosidad y duración del resplandor original de Sagitario A*, concluyendo que el evento se produjo a comienzos del siglo XIX.
El telescopio IXPE de la NASA descubrió que el agujero supermasivo
en el centro de la Vía Láctea, conocido como Sagitario A*, salió de su letargo
espacial hace 200 años para devorar gas y otros desechos cósmicos.
El hallazgo, que publica Nature, fue posible a los datos recogidos
por el telescopio IXPE en los que se basa un equipo internacional encabezado
por la Universidad de Estrasburgo (Francia).
Sagitario A* se estima que es cuatro millones de veces más masivo
que el Sol, pero es mucho menos luminoso que los agujeros negros de otras
galaxias observadas hasta hoy, lo que sugeriría que no ha absorbido activamente
material de su alrededor.
Sin embargo, los datos de IXPE sugieren que este enorme agujero
"despertó” a comienzos del siglo XIX y durante un año se tragó a los
objetos cósmicos que transitaban cerca de él.
Tras ese periodo de actividad, Sagitario A* volvió a su estado de
tranquilidad, explicó el francés Centro Nacional de la Investigación Científica
(CNRS).
En la Tierra no se sitió ningún efecto, pues el agujero negro está
ubicado a más de 25.000 años de luz del planeta, pero un eco de rayos X emitido
hace unos 200 años ha sido captado ahora. Los astrónomos usaron datos de IXPE
que revelaron una emisión de rayos X relativamente reciente procedente de
gigantescas nubes de gas en las cercanías del agujero.
La mayor parte de las nubes cómicas, llamadas nubes moleculares,
son frías y oscuras, por lo que sus rayos X deberían ser débiles, pero en el
caso de la cercanas a Sagitario A* brillaban de forma muy luminosa.
Una de las hipótesis es que estas gigantescas nubes moleculares
eran tan brillantes porque se hacían en eco de un destello de luz de rayos X de
hace mucho tiempo, "lo que indica que nuestro agujero negro negro
supermasivo no estaba tan tranquilo hace unos siglos”, dijo el autor principal
del estudio Frédéric Marin, del Observatorio Astronómico de Estrasburgo.
El equipo descubrió que los rayos X de las nubes moleculares son
en realidad luz reflejada producida por un intenso resplandor de corta duración
originado en la proximidades del agujero negro supermasivo, probablemente
causado por la acreción de parte del gas de esas nubes por Sagitario A*, indica
la Agencia Espacial Italiana (ASI)
Los datos de IXPE ayudaron a los investigadores a estimar la
luminosidad y la duración del resplandor original. El estudio sugiere que el
evento se produjo hace unos 200 años, más o menos, a comienzos del siglo XIX”,
precisó Steven Ehlert, de la Nasa.
El próximo objetivo del equipo es repetir las observaciones y
determinar los mecanismos físicos necesarios para que un agujero negro pase de
un estado de "somnolencia” a otro de actividad.
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