Detectan por primera vez una emisión de neutrinos desde el interior de la Vía Láctea
El neutrino es una misteriosa partícula elemental
muy difícil de detectar, pero ahora los científicos han podido determinar, por
primera vez, una emisión de este tipo desde el interior de la Vía Láctea y ver
así nuestra galaxia de una forma nunca observada hasta ahora. El hallazgo,
fruto de un amplio equipo internacional y con el uso de técnicas de aprendizaje
automático con inteligencia artificial para analizar grandes cantidades de
datos, se publica hoy en Science. Hasta ahora, la Vía Láctea se había observado
de muchas formas, desde la luz visible de las estrellas hasta las ondas de radio,
pero ahora los científicos han logrado una imagen singularmente distinta basada
en neutrinos, que es el primer retrato galáctico hecho con partículas de
materia en lugar de energía electromagnética. Los neutrinos, a los que se
conoce como la partícula fantasma, carecen de carga eléctrica, su masa es
diminuta y apenas interactúan con la materia ordinaria, de hecho, miles de
millones de ellos atraviesan cada día la Tierra y nuestros cuerpos sin que lo
notemos. El observatorio IceCube es una red de miles de sensores situados en
las profundidades del hielo antártico, que lleva más de 10 años vigilando las
huellas que dejan estas partículas. Gracias a sus datos, los investigadores han
informado de la primera prueba estadísticamente sólida de la emisión de neutrinos
de alta energía desde las partes internas de la Vía Láctea. "Las sólidas
pruebas de que la Vía Láctea es una fuente de neutrinos de alta energía han
sobrevivido a rigurosas pruebas", afirmó Ignacio Taboada, profesor de
Física del Instituto de Tecnología de Georgia y portavoz de IceCube.
El siguiente paso —dijo en un comunicado— es
identificar fuentes específicas dentro de la galaxia. Ver nuestra galaxia con
neutrinos es algo con "lo que soñábamos, pero que parecía fuera del
alcance de nuestro proyecto durante muchos años", según Chad Finley, de la
Universidad de Estocolmo y miembros de IceCube.
Las
capacidades de este observatorio y las nuevas herramientas de análisis de datos
brinda una visión completamente nueva de la Vía Láctea y se espera que pueda
tener una resolución cada vez mayor, "lo que podría revelar
características ocultas de nuestra galaxia nunca antes vistas por la humanidad",
agregó Denise Caldwell, de la Fundación Nacional de Ciencia (EEUU). Para trazar
los contornos de neutrinos de la Vía Láctea se creía que harían falta muchos
más años de toma de datos, pero “lo que ha hecho posible este resultado hoy es
la revolución del aprendizaje automático”, que ha permitido explorar con mucha
más profundidad 10 años de datos de IceCube, agregó. Aunque el Observatorio
IceCube registra miles de millones de eventos cada año, solo una fracción muy
pequeña (uno de cada 100 millones de eventos registrados) se debe a neutrinos
procedentes del espacio y su identificación de estos neutrinos es una difícil
tarea computacional.
Gracias al desarrollo de nuevas técnicas
informáticas denominadas redes neuronales profundas, ha sido posible
identificar estos eventos de neutrinos con una eficiencia 20 veces mayor que
antes. A diferencia de lo que ocurre con la luz de cualquier longitud de onda,
en el caso de los neutrinos, el universo eclipsa a las fuentes cercanas de
nuestra propia galaxia, explicó Francis Halzen, catedrático de la Universidad
de Wisconsin-Madison e investigador principal de IceCube. Para Naoko Kurahashi
Neilson, de la Universidad de Drexel (EEUU), la astronomía de neutrinos se
perfeccionará como los métodos que la precedieron, hasta que también pueda
revelar aspectos hasta ahora desconocidos del universo. "Por eso hacemos
lo que hacemos", afirma, "para ver algo que nadie ha visto nunca y
para entender cosas que no hemos entendido".
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