La vida extraterrestre no estaría basada en el carbono
Un nuevo estudio sugiere que reacciones químicas
autosostenidas o "autocatalíticas" podrían ser la base de una
biología desconocida hasta hoy, radicalmente diferente de la vida tal como la
conocemos. Este esquema de desarrollo biológico alternativo podría existir en
muchos planetas diferentes, utilizando una variedad de elementos químicos más
allá del carbono, en el cual se basa la vida en la Tierra.
Un equipo de investigación dirigido por científicos
de la Universidad de Wisconsin-Madison, en Estados Unidos, postula en un
estudio publicado recientemente en Journal of the American Chemical Society que
la búsqueda de vida extraterrestre debería ampliar su perspectiva en cuanto a
los elementos químicos y las reacciones que pueden propiciar la vida: según
esta visión, podrían existir formas de vida no sustentadas en el carbono
desperdigadas por todo el Universo.
En nuestro planeta, la vida se basa en compuestos
orgánicos: estas moléculas poseen carbono y suelen incluir otros elementos como
hidrógeno, oxígeno, nitrógeno, fósforo y azufre. A pesar de esto, los
astrobiólogos se han preguntado durante décadas si la vida extraterrestre
podría evolucionar a partir de una química completamente diferente a la
apreciada en la Tierra. De esta manera, estudios previos exploran la
posibilidad de la existencia de formas de vida basadas en el silicio o con una
estructura inorgánica.
En el nuevo estudio, los científicos estadounidenses
se basaron en interacciones químicas que producen moléculas capaces de estimular
que una reacción inicial ocurra una y otra vez: se denominan reacciones
autocatalíticas o autosostenidas. Exploraron 270 combinaciones de moléculas,
que involucran átomos de todos los grupos y series de la tabla periódica de
elementos químicos, con el potencial de impulsar una autocatálisis sostenida.
La autocatálisis es clave para los astrobiólogos
porque se relaciona directamente con la reproducción, una característica
fundamental de la vida: una célula produce dos células, que pueden convertirse
en cuatro y así sucesivamente. Mientras el número de células se multiplica, la
cantidad y diversidad de posibles interacciones se multiplica al mismo ritmo.
En este caso, los investigadores buscaron la
autocatálisis más allá de los compuestos orgánicos. Sostienen que este tipo de
reacciones podría ayudar a impulsar la abiogénesis, el origen de la vida a
partir de su ausencia.
"El origen de la vida es realmente un proceso
que surge de la nada. Pero no puede suceder sólo una vez: la vida se reduce a
la química y a condiciones que pueden generar un patrón de reacciones que se
reproducen a sí mismas. Se pensaba que este tipo de reacciones eran muy raras,
pero estamos demostrando que en realidad no son tan extrañas, solo se requiere
buscar en el lugar correcto”, indicó en una nota de prensa la científica Betül
Kaçar, una de las autoras del estudio.
Los hallazgos de los investigadores demuestran que
las relaciones que sustentan la autocatálisis abiótica podrían existir
ampliamente en una variedad de condiciones geoquímicas y cosmoquímicas, algunas
de las cuales son sustancialmente diferentes a las existentes en la Tierra
moderna. En consecuencia, esta forma de “génesis vital” alternativa podría tener
lugar en mundos muy distintos al nuestro, y sin requerir la presencia de
carbono.
"Los ciclos presentados aquí son una serie de
recetas básicas que se pueden mezclar y combinar de maneras que no se han
probado antes en nuestro planeta. Podrían conducir al descubrimiento de
ejemplos completamente nuevos de química compleja, que funcionen en condiciones
donde los ciclos basados en el carbono o incluso en el silicio no pueden
sustentarse", concluyó en un artículo de Space.com el investigador Zhen
Peng, otro de los autores del estudio.
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