Vivimos en una enorme bola de cables

¿Cómo es posible que podamos contactar con personas situadas en la otra parte del mundo a través de Internet? La clave la tienen los kilométricos cables que hay por todo el mundo. Muchos de ellos se encuentran soterrados y otros, los cuales representan una mayor complejidad, discurren a través de los océanos. Se trata de una tecnología que no para de introducir innovaciones. De hecho, Google espera tener operativo un nuevo cable que recorrerá todo el océano Atlántico, conectando Portugal con Estados Unidos.

Veamos por tanto, cuáles son las claves que hay detrás del tráfico de Internet, cómo se ha configurado la red de cables submarinos a lo largo y ancho del globo terráqueo y, por supuesto, hasta qué punto nos encontramos ante una inversión multimillonaria ejecutada durante décadas. El cableado se ha convertido en una pieza fundamental para entender la digitalización de la economía. Para entender el complejo sistema creado, el envío de un mensaje de un ordenador a otro implica la conexión de otro dispositivo a miles de kilómetros de distancia.

De acuerdo con el portal especializado Teleography, hay un total de 550 cables que conectan el mundo a nivel digital. Se calcula que hay unas 870 millones de millas de cableado en su totalidad. Con el paso de los años se han conseguido importantes avances en materia de innovación. Esto ha permitido, entre otros factores, contar con mejores coberturas a la red. El tráfico de Internet se ha elevado de forma notable en las últimas décadas, por lo que cada vez se requiere de la existencia de un cableado de mayor calidad y capacidad.

El establecimiento de nuevas tiras de cable tiene como objetivo extender la presencia de Internet en un mayor número de países. Es cierto que alternativas como la que propone Starlink sugiere un modelo de negocio centrado en la conexión vía inalámbrica. Aun así, esta propuesta, en su defecto, dispone de una serie de desventajas. La más evidente está relacionada, claro está, con la increíble cantidad de satélites que se requiere que estén orbitando la Tierra.

Nuvem es la denominación que tiene el nuevo cable que Google pretende echar al mar para conectar la costa este de los Estados Unidos con Portugal. El objetivo de esta nueva extensión de cable tiene como objetivo reducir la latencia para los usuarios que empleen Google y, por supuesto, otra serie de servicios, tales como Google Cloud o Google Maps. Se trata, por tanto, de una mejora del servicio que permitirá mejorar la experiencia de usuario del público.

De acuerdo con el anuncio emitido por Google a través de su blog oficial, se espera que este nuevo cable se encuentre completamente operativo en el año 2026. La construcción de la infraestructura, por tanto, se acelerará a lo largo de los próximos meses para completar la misión lo más rápido posible. ¿Estamos ante un servicio que llegará a otras empresas del sector? Es posible que otras firmas tecnológicas que proveen servicios en el sector se apunten y decidan operar conjuntamente con la filial de Alphabet.

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