China trabaja en su nueva Gran Muralla

 

China es para algunos la primera potencia mundial, para otros la segunda, pero lo que está claro es que su poder económico y político está fuera de toda duda. No es para menos, ya que su sistema económico le ha permitido llegar a un nivel de desarrollo sin parangón en muy pocos años. Por este motivo, se puede ver a China a la cabeza de la robótica o con planes tan sorprendentes como lanzar un misil a la luna. Otro de sus proyectos gigantescos y atractivos es la labor de repoblación de espacios verdes que está llevando el Gigante Asiático, y es el de que os vamos a hablar hoy.

Se trata de la Gran Muralla Verde. Una apuesta de China por acabar con la desertificación que lleva años asolando grandes regiones y sumiendo al país en la cara más oscura del duro cambio climático. Por este motivo, vamos a explicar qué armas está utilizando China para derrotar a este fenómeno: el mayor proyecto de reforestación del mundo.

Buena parte de China se encuentra en uno de los desiertos más complejos del mundo. El desierto de Gobi, cuya expansión lleva años convirtiéndose en una de las principales preocupaciones de China. En el año 1978, el Gobierno del país decidió llevar a cabo el proyecto de reforestación más ambicioso de la historia de la humanidad con el objetivo de frenarlo y conseguir que buena parte de la masa forestal del país vuelva a la vida. Además, esto detendría las constantes tormentas de arena que llegan incluso hasta la capital del país.

Aparte de absorber el 5% de las emisiones de China desde que comenzó el proyecto, según Ecological Processes, la planificación China ha logrado traer a la vida a más de 66.00 árboles en todo el país, creando una grandísima muralla cuyas repercusiones han sido, de momento, positivas. Esta Gran Muralla Verde se extiende a lo largo de 4500 kilómetros y ha causado que la biosfera se recomponga de manera notable.

Ahora, África está imitando este movimiento para luchar contra la desertificación de distintos países, como es el caso de Senegal.

En resumidas cuentas:

          Se trata del mayor proceso de desertificación que está viviendo el mundo.

          China es un país cuya superficie está, precisamente, surcada por un gran desierto.

          Para frenar su expansión se ha decidido algo inédito, el mayor proceso de reforestación del mundo.

          China está perdiendo mucho territorio en detrimento del desierto, por lo que se ha lanzado el proyecto de la Gran Muralla Verde, que lleva en marcha desde 1978.

          Busca frenar la expansión del desierto de Gobi creando una gran muralla de árboles a lo largo de 4500 kilómetros.

          De momento el proceso ha tenido un grandísimo éxito, pero sigue en marcha.

          Las áreas boscosas han aumentado en una medida enorme.

          También quieren que grandes extensiones de cultivo se conviertan de nuevo en praderas y bosques.

Sin embargo, parece que no todo el mundo defiende esta medida. Desde el National Geographic señalan que puede ser peor el remedio que la enfermedad, causando que la desertificación siga avanzando debido a que los árboles morirán al no tener un cuidado constante de los seres humanos.

Sea como fuere, de momento los resultados están siendo positivos en muchos aspectos y está repercutiendo en buena manera a la salud de las personas que pueblan el Gigante Asiático.

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