Científicos observan por primera vez virus pegados a otros virus
Por primera vez, los científicos han observado un
virus adherido a otro virus. Esta observación sin precedentes, que podría abrir
nuevas vías para las terapias antivirales, se informó el 31 de octubre en la
revista Revista de la Sociedad Internacional de Ecología Microbiana.
El investigador de la Universidad de Maryland en
Baltimore (UMBC), en Estados Unidos, Tagide deCarvalho, tomó imágenes de
microscopía electrónica de virus que infectan células bacterianas, llamadas
bacteriófagos. Observó que el 80% de los llamados bacteriófagos auxiliares
tenían virus satélite adheridos a sus «cuellos».
Como se explica en una oracion Ivan Erill, profesor
de ciencias biológicas de la Universidad de Maryland y primer autor del
estudio, estos virus satélite dependen no sólo del organismo huésped para
completar su ciclo de vida, sino también de otro virus, los ayudantes.
Estos ayudantes son necesarios tanto para construir
la cápsula del virus satélite (que encierra el material genético viral) como
para replicar su ADN. Pero hasta ahora no se conocía ningún caso en el que un
satélite se conectara realmente con un ayudante.
Elia Mascolo, estudiante de posgrado en el grupo de
investigación de Erill y coprimera autora del estudio, analizó los genomas
satélite, auxiliar y huésped, lo que reveló pistas adicionales sobre esta
relación viral nunca antes vista.
Una muestra de bacteriófagos de la Universidad de
Washington también contenía un virus auxiliar y un satélite, pero este último
tenía un gen de integración y no se unía directamente a su compañero.
Por otro lado, el virus satélite de la muestra de la
UMBC, llamado MiniFlayer por los estudiantes que lo aislaron, es el primer caso
conocido de un satélite sin gen de integración. Como no puede integrarse con el
ADN de la célula huésped, para sobrevivir al entrar en esa célula debe estar
cerca de su ayudante, llamado MindFlayer.
Un análisis bioinformático adicional reveló que
MindFlayer y MiniFlayer han estado coevolucionando durante mucho tiempo. «Este
satélite ha estado sintonizando y optimizando su genoma para asociarse con el
auxiliar durante, diría yo, al menos 100 millones de años», estima Erill.
El investigador explica en un artículo del sitio web
La conversación que su equipo aisló MiniFlayer de bacterias del suelo
Streptomyces scabiei. Luego se encontró que el virus estaba estrechamente
asociado con MindFlayer, que infecta la bacteria. Streptomyces.
Pero investigaciones posteriores revelaron que
MiniFlayer no era un satélite cualquiera. Es el primer fago satélite que se
sabe que ha perdido la capacidad de permanecer inactivo. Esto significa que
este virus no puede esperar a que su ayudante entre en la célula.
Para resolver el problema, el fago satélite desarrolló
un pequeño apéndice que le permite aferrarse al «cuello» de su ayudante, como
un vampiro. «La investigación sobre la naturaleza compleja, interconectada y a
veces depredadora de los virus y sus satélites, como la capacidad de MiniFlayer
de adherirse al cuello de su ayudante, tiene el potencial de abrir nuevas vías
para la terapia antiviral», concluye Erill.
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