Hallan en Buenos Aires restos de aves de hace 1.000 años
Se trata de dos pequeños huesillos extraídos de una capa sedimentaria de color negro del sur de Buenos Aires. El Grupo Conservacionista de Fósiles, fundador del Museo Paleontológico de San Pedro, informó que las piezas son el primer registro para el Holoceno del país
Restos de dos tipos de aves que habitaron la
Argentina hace unos 1.000 años fueron hallados por el equipo del Museo
Paleontológico de San Pedro a unos 10 kilómetros de esa ciudad bonaerense y se
trata del “primer registro para el Holoceno” del país, informaron este martes
los investigadores.
Lo hallado son dos pequeños huesillos
correspondientes a dos géneros de aves que habitaron la zona de San Pedro hace
unos 1.000 años, extraídos de una capa sedimentaria de color negro, cuya
antigüedad para la zona norte de la provincia de Buenos Aires está estimada
entre los 900 y 1.200 años.
Se trata de un húmero derecho de una gallareta
(género Fulica) y el extremo distal de un tarsometatarso de una cuervillo de
cañada (género Plegadis)
“Debido a que sólo existe un ejemplar fósil de
cuervillos de cañada (una de las aves halladas) para el Pleistoceno de la
Argentina, la pieza recuperada en San Pedro se convierte en el primer registro
para el Holoceno de nuestro país; completando un vacío existente hasta ahora en
la secuencia del género Plegadis”, aseguró en un comunicado el Grupo
Conservacionista de Fósiles, fundador del Museo Paleontológico de San Pedro.
Según explicaron los investigadores, la capa donde
fueron hallados los huesos es muy rica en materia orgánica, con muchos restos
de vegetación en descomposición que le da un color oscuro, casi negro.
Fueron barros con poca oxigenación donde se
preservaron tanto restos de animales y plantas, como rastros de alfarería de
antiguos grupos humanos que poblaron la zona.
“Las
gallaretas o pollas son aves acuáticas, principalmente palustres, que cuentan
con una amplia distribución mundial y con una gran diversidad de especies en
Sudamérica. Pertenecen a la familia Rallidae y al género Fulica; con seis
especies que actualmente habitan en la Argentina. Sus hábitats preferidos son
los cuerpos de agua con vegetación palustre; juncales o cañaverales. En nuestro
país, sus formas fósiles se conocen desde el Pleistoceno tardío de la provincia
de Buenos Aires”, aclaró Jorge Noriega, especialista del Centro de
Investigación Científica y de Transferencia Tecnológica a la Producción
(Cicyttp-Conicet)
“Tienen un plumaje predominantemente negro, aunque
generalmente presentan escudetes o decoraciones frontales y maxilas muy
coloreadas. Sus alas son relativamente cortas y redondeadas, y su capacidad de
vuelo no las ubica entre las mejores voladoras, a pesar de la destacada longitud
del húmero”, agregó Noriega.
Por su parte, Federico Agnolin, investigador de aves
fósiles, comentó que “a los cuervillos se los encuentra en cualquier laguna a
lo largo de casi todo el mundo pero sus restos fósiles son muy escasos, y para
Argentina se desconocen totalmente”.
“Todo hallazgo de estas aves, es de especial
importancia. Este hallazgo de restos de cuervillos nos señala la existencia de
ambientes posiblemente lagunares, en la zona de San Pedro, hace unos 1.000 años
de antigüedad”, concluyó el investigador.
El cuervillo de cañada, de nombre científico
plegadis chihi, es una especie de ave pelecaniforme, al igual que la garza
amarilla, con la cual convive en los bañados de Argentina. Pertenece a la
familia threskiornithidae, que agrupa a las aves que se caracterizan por tener cuello,
patas y pico alargado.
Al cuervillo de cañada se lo encuentra en el
continente americano, desde Estados Unidos hasta el centro sur de Chile. En el
territorio argentino y uruguayo, habita en bañados, tajamares, praderas
inundables y en grandes superficies de agua dulce.
El cuervillo de cañada alcanza un largo que oscila
entre los 46 y 68 centímetros. En la cara no tiene plumas y presenta su piel
desnuda de color rosado. Sus patas pueden ser rojas o anaranjadas. En cuanto al
plumaje, es oscuro y tiene tonalidades verdes, pardas y también negras, como
bien se aprecia en la imagen. Posee un pico largo curvado de color verde.
No existen grandes diferencias en la fisionomía
externa que nos permita distinguir fácilmente entre un cuervillo de cañada
hembra y uno macho. Habita en coloniasde varios de cientos de parejas, a menudo
con otras especies similares. Vuela en bandadas en una ordenada forma de V.
Se alimenta de insectos, artrópodos, caracoles y
anfibios. A veces procura cazar peces para completar su menú. Es un ave de
hábitosdiurnos, así que por la noche no se la puede avistar.
El cuervillo de cañada se reproduce una vez al año y
es monogámico. En Argentina, los meses de reproducción son entre octubre y
marzo. La pareja realiza un ritual antes de su apareamiento, que consiste en
bailar enfrentadas, saltando y moviendo las alas.
Construye su nidopor encima del agua, en zonas no
inundables, a una altura aproximada 80 a 90 centímetros del suelo. A menudo
pone de tres a cuatro huevos, se los distingue por su particular coloración
turquesa.
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