Hoy es el Día del legendario Yaguareté, especie en peligro crítico de extinción
Si bien se encuentra en peligro crítico de
extinción, la ley de conservación de fauna no contempla prisión efectiva para
quien cace o comercialice productos derivados de la especie. Un proyecto único
en el mundo está reintroduciendo ejemplares, de a poco, en Corrientes y Chaco.
En Argentina, el yaguareté no solo es un ícono
ecológico y hasta cultural sino que, además, fue declarado Monumento Natural en
2001. Su realidad, sin embargo, lo posiciona en peligro crítico de extinción en
estado silvestre: hay entre 220 y 250 repartidos entre Misiones, Corrientes,
Salta, Jujuy, Chaco y Formosa.
Como cada 29 de noviembre, el Día Internacional que
celebra a este ejemplar encuentra a la especie recuperándose lentamente de una
casi desaparición y con más de 60 casos de cacería y comercialización de
productos derivados del animal que fueron confirmados desde 2006 a esta parte,
aunque ninguno penado por la ley. La contracara a esta situación es el proceso
de reintroducción de la especie en Corrientes y Chaco, además de su
conservación en Misiones y Formosa que, de a poco, devuelve ejemplares a
hábitats que no ven caminar un yaguareté por sus territorios desde hace 70
años.
Resultaba impensable, hasta hace algunos años, que
este felino, el más grande de América según el Sistema de Información de Biodiversidad
de Parques Nacionales, pase por esta situación. La especie, en Argentina, se
extendía desde el norte hasta Río Negro.
Monitoreos periódicos por parte de la Fundación Vida
Silvestre indican que en la selva misionera (que forma parte de una unidad de
conservación de la especie, en conjunto con dos parques nacionales brasileños)
la población de yaguaretés aumentó entre 2005 y 2023, pasando de 40 a entre 72
y 122. “Es un dato muy alentador porque la población se estuvo recuperando
durante más de una década y ahora está estabilizada”, señalan. Aunque remarcan
que “es importante no relajarse y continuar aumentando los esfuerzos de
conservación”.
A mitad de año y con cámaras trampa, se registró por
tercera vez un yaguareté en Formosa en diez años. En Vida Silvestre calificaron
esto como “un gran hallazgo” y contaron que trabajan especialmente con la
población en esa región “porque se trata del área con las mayores tasas de
deforestación y conversión de ambientes naturales del país, lo que pone en
riesgo la conservación de especies como el yaguareté”.
En el Gran Chaco la situación es delicada. La deforestación
de bosques nativos por actividades humanas generó pérdidas de presas naturales
del yaguareté, por lo que puso a la especie al borde de su extinción en ese
territorio y, hoy, es la más amenazada en esa región del país. “Como el mayor
depredador del monte, el yaguareté cumple un rol ecológico fundamental,
regulando las poblaciones de otros vertebrados. Especialmente, de los grandes
herbívoros”, explicaron desde Vida Silvestre.
TN dio cuenta de este fenómeno: según datos del
proyecto MapBiomas que monitorea el uso del suelo en el Gran Chaco (la región
boscosa más importante, después del Amazonas) entre el 2000 y el 2021 se
duplicó el área destinada a agricultura. A principio de siglo era el 9,8% de
ese territorio. Hoy es el 18,5%.
“La principal
razón de la extinción del yaguareté en todo el continente fue y sigue siendo la
matanza como represalia por sus depredaciones al ganado doméstico”, cuenta a TN
Nicolás Lodeiro Ocampo, director ejecutivo de la Fundación Red Yaguareté. A
estos motivos, desde la Fundación Vida Silvestre sumaron la deforestación (y su
consecuente pérdida de hábitat) y el atropellamiento en rutas.
El yaguareté es el “depredador tope” porque ningún
otro animal se alimenta de él, por lo que es un regulador de especies. Es una
especie “indicadora” de la salud del ambiente, según explican en la Fundación
Vida Silvestre, ya que la conservación de su hábitat protege indirectamente a
diversos ejemplares de flora y fauna.
La conservación de la especie en Argentina es
complicada desde hace años. Red Yaguareté contabiliza 66 casos confirmados de
caza o comercialización, pero ninguna condena con prisión efectiva por esas
acciones, según dijo Lodeiro Ocampo: “El delito contra la fauna silvestre hoy
es excarcelable y se puede afrontar el proceso penal pagando una multa
económica”.
Actualmente, hay un proyecto de modificación de la
ley 22.421 (sobre conservación de fauna) que todavía no se trató en el
Congreso, presentado por la diputada Alicia Aparicio (Frente de Todos), para
prohibir la importación, exportación y tránsito interjurisdiccional de todo
trofeo de caza; la caza deportiva de animales declarados como monumentos
naturales y aquellos en peligro de extinción y la cacería con perros. Además,
incrementa los montos y las penas para que sean de prisión efectiva.
La situación actual del yaguareté en Argentina la
grafica el director de conservación de Rewilding Argentina, Sebastián Di
Martino: “En la selva misionera hay solo 100 ejemplares, mientras que en las
selvas de Salta y Jujuy unos 120. En el resto del país no queda nada, con
excepción de algunos sueltos por Chaco que, en general, son machos solitarios
que caminan buscando hembras, que nunca encuentran”.
A modo de ejemplo, Lodeiro Ocampo detalla que en
Santiago del Estero se documentó la matanza del último yaguareté hace diez
años. Y suma: “Hace 20 años que no se ve ninguno en el Parque Nacional Copo (cercano
al límite con Chaco)”.
Actualmente, según detalló Di Martino, hay
ejemplares de yaguareté en los parques nacionales Iberá (Corrientes), Iguazú
(Misiones), Calilegua (Jujuy) y Baritú (Salta).
“Tratamos de que vuelva a donde estuvo”, sostiene Di
Martino para comenzar a explicar el trabajo de reintroducción que llevan
adelante con la especie en Corrientes, precisamente en el Parque Nacional
Iberá, desde hace 12 años. En esa zona, la especie estaba extinguida hace 70
años.
“Es el único
proyecto a nivel mundial de este tipo con el jaguar. En enero del 2021 largamos
los primeros ejemplares y, sucesivamente, seguimos haciéndolo hasta hoy. Ya se
empezaron a reproducir en libertad”, cuenta. En Iberá hay unos 18 yaguaretés
confirmados y Di Martino afirma que “puede ser chiquito, pero es casi el 10% de
la población argentina de yaguaretés actual”.
.-
Comentarios
Publicar un comentario