Islandia construye una barrera de contención mientras el magma se acerca a la superficie
La situación en Islandia, ante el riesgo de una inminente erupción volcánica, es crítica desde hace días y ha llevado a las autoridades adeclarar el estado de emergencia. No obstante, seis días después de que fueran detectados los primeros temblores, la actividad sísmica se mantiene estable cerca de la localidad de Grindavík (suroeste de Islandia), con temblores que casi rozan la magnitud 3, y se han dado pocos cambios en las últimas horas.
En las últimas 24 horas, se han registrado 1.400
terremotos. En cuanto al magma, este jueves se encontraba en torno a los 500
metros de la superficie. Esta cercanía llevó a las autoridades de Grindavík a
evacuar la ciudad el pasado miércoles, porque la probabilidad de una erupción
es todavía alta.
Además, el flujo del magma se ha ralentizado y los
niveles de dióxido de azufre en la atmósfera han aumentado en los últimos días.
Los expertos de la Oficina Meteorológica de Islandia (IMO, por sus siglas en
inglés) creen que este es un indicador de que puede haber una erupción.
"En las últimas erupciones vimos que es
precisamente cuando ese movimiento (del magma) empieza a reducirse que el
momento de la erupción se acerca", ha explicado en la televisión pública
islandesa la jefa de monitorización de desastres naturales del IMO, Kristín
Jónsdóttir.
Ante esta situación, las autoridades han comenzado
la construcción de una barrera de contención con una altura de entre seis y ocho
metros que se espera que esté terminada en un plazo de 30 a 40 días. Para ello
se utiliza grava y tierra que se extraerán de la cercana montaña Stapafell.
Probablemente, la erupción volcánica se producirá en
algún lugar a lo largo de una línea de 10 millas de largo que se extiende desde
el noreste de la ciudad hasta un poco mar adentro.
La probabilidad de una erupción potente y larga es
alta, pero no es seguro ya que pronosticar el lugar y la potencia es muy
complicado.
Además, se prevé una erupción de estilo fisura:
grietas en el suelo que se abren, a menudo sin previo aviso, cuando el magma
que se encuentra debajo se abre camino hacia la superficie.
Los científicos sospechan que la erupción de 2021,
en la que pasaron tres semanas entre terremotos y la erupción, inició un
período de décadas de erupciones de fisuras en toda la península.
Esta posible cuarta erupción es ciertamente parte de
esa nueva era.
En estos momentos se ha habilitado imagen de la
sismicidad en tiempo real, lo que supone una importante herramienta para seguir
y o detectar la señal de tremor.
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