La célula primordial de la que procedemos apareció hace 4.520 millones de años
El 'último ancestro común universal' (LUCA, por sus
siglas en inglés) de todos los organismos vivos vivió hace entre 4.320 y 4.520
millones de años, determina un estudio publicado en Nature Communications.
Se desconoce el aspecto de LUCA, pero debió haber
sido una célula con, entre otras cosas, proteínas ribosómicas y una ATP
sintasa. "Estas proteínas son compartidas por todas las bacterias, arqueas
y eucariotas, como plantas y animales", dice Anja Spang, bióloga del Royal
Netherlands Institute for Sea Research (NIOZ) y autora principal del estudio.
La couatora, Tara Mahendrarajah, explica: "Si
imaginas toda la vida en la Tierra como un árbol genealógico, LUCA está en la
base y, en algún momento, el tronco se divide en una rama bacteriana y una
arquea. Pero los eucariotas no son una rama separada en este árbol de vida,
sino más bien una fusión de dos ramas que surgieron de la bacteria y la arquea.
Tenemos un poco de ambas en nosotros".
Utilizando un nuevo enfoque de datación molecular,
los investigadores pudieron estimar con mayor precisión el momento en que LUCA
se dividió en bacterias y arqueas haciendo surgir los eucariotas. Esta nueva
datación de la forma primordial de toda la vida no difiere dramáticamente de
las estimaciones anteriores.
"Las citas se vuelven cada vez más inciertas
hacia la raíz del árbol de la vida", explica Tom Williams, otro de los
coautores y miembro de la Universidad de Bristol. Una de las verdaderas
sorpresas de esta investigación es que se encuentra más arriba en el árbol de
la vida. "A las arqueas a menudo se les llama bacterias antiguas",
dice Spang.
"Eso sugeriría que provienen de un ancestro más
antiguo que el de las bacterias actuales. Con este método de datación mejorado
vemos que los ancestros de todas las arqueas actuales vivieron hace entre 3.370
y 3.950 millones de años. Esto hace que el último ancestro común de las arqueas
conocidas sea más joven que el de todas las bacterias, que vivieron hace entre
4.050 y 4.490 millones de años. Por lo que las arqueas anteriores se
extinguieron o vivieron en algún lugar escondido de la Tierra donde aún no las
hemos encontrado", añade.
"Nuestras nuevas estimaciones de la edad de los
ancestros arqueales y bacterianos ayudarán a mejorar nuestros modelos sobre los
orígenes de los eucariotas", añade Edmund Moody, de la Universidad de
Bristol. "Esta nueva forma de ver el árbol de la vida nos ayuda a rastrear
cómo las células han evolucionado a lo largo del tiempo en la Tierra. También
nos brinda una base para descubrir qué hacían esos primeros microbios en sus
antiguos entornos y cómo se vincula su evolución con la historia natural",
explica Moody.
Spang señala además que "los conocimientos
sobre el papel de los microbios antiguos y existentes en el ciclo de los
nutrientes pueden ayudar a comprender y predecir mejor la biodiversificación
futura en un entorno cambiante, incluido el calentamiento climático".
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