Una grieta de 15 kilómetros provocada por el volcán en erupción atraviesa la ciudad islandesa de Grindavik
Islandia ha declarado el estado de emergencia a la
espera de la que podría ser la erupción más destructiva en medio siglo del
mismo volcán que ya entró en erupción en 2021. En las imágenes aéreas
distribuidas este lunes se puede apreciar con claridad cómo el terreno de la
ciudad más afectada y las carreteras colindantes se han agrietado de manera
significativa formando una fisura de 15 km de longitud.
Los vecinos islandeses han abandonado sus casas y
los geólogos aseguran que bajo esta población, a tan solo 50 kilómetros al
sudoeste de la capital, Reikiavik, hay una red de cráteres de más de 2.000 años
en los que actualmente los túneles de magma superan los diez kilómetros. El
país ha registrado 20.000 temblores sísmicos en las últimas semanas, 1.485 en
las últimas 48 horas, y los 4.000 habitantes de la ciudad de Grindavik han sido
evacuados por seguridad.
La Policía ha habilitado varios refugios temporales
para los ciudadanos evacuados, aunque este lunes apenas había varias decenas de
personas en ellos, ya que la mayoría han optado por alojarse con familiares o
amigos. El jueves, la popular piscina geotérmica Blue Lagoon ya estuvo cerrada
debido al riesgo que representaban los temblores y la tensión del personal para
los huéspedes. Los vulcanólogos de la Oficina Meteorológica Islandesa (IMO)
advierten de la presencia de signos muy similares a los que se registraron
horas antes de la erupción del volcán Fagradalsfjall en 2021, cuando llevaba
casi 800 años dormido.
Según un
comunicado oficial de la IMO "en este momento, no se puede determinar con
certeza si el magma alcanzará la superficie y dónde, pero hay señales de que
una cantidad considerable se está desplazando por el norte hacia
Grindavik". Además, apuntan que "la cantidad de magma involucrada es
considerablemente mayor que la observada en intrusiones asociadas con
erupciones del volcán Fagradalsfjall".
De hecho, la aparente reducción de la actividad sísmica en la zona desde
el sábado es también un indicador de que el magma está cada vez más cerca de la
superficie, según la agencia de Bloomberg.
Aunque en Islandia hay alrededor de 130 volcanes, en
la actualidad solo unos 30 están activos. El magma ya salió a la superficie en
esta zona en varias ocasiones en los últimos dos años, pero básicamente a
través de pequeñas fisuras que no suponían amenaza alguna. La última vez que
una gran erupción amenazó a una zona habitada fue en 1973, cuando la lava
sepultó parte de un pueblo en las islas Vestman.
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