Miles de ballenas jorobadas rodean Puerto Rico
Desde su declaración como especie protegida, la
población de ballenas jorobadas que migra al Caribe durante el invierno ha
aumentado, por lo que ahora es común que se registren avistamientos de estos
mamíferos marinos alrededor de todo Puerto Rico.
“En el
pasado, solo teníamos avistamientos en la zona oeste y noroeste de Puerto Rico.
Ahora no, ahora tenemos avistamientos en toda la zona. Este año, comenzaron en
Rincón, Aguadilla, Quebradillas, Isabela y San Juan. Pero ahora tenemos
Vieques, Culebra y, tan reciente como en estos días, tenemos avistamientos en
las zonas profundas de Guánica, de Parguera (en Lajas) y Cabo Rojo. O sea, que,
realmente, están alrededor de la isla”, afirmó Grisel Rodríguez Ferrer, bióloga
del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA).
La ballena jorobada estuvo listada como especie en
peligro de extinción de 1970 a 2015. Ahora, está catalogada como una especie
amenazada.
Tan solo en enero y febrero de 2024, se ha reportado
una treintena de avistamientos de esta especie, muchos de ellos de madres con
sus crías. Esto se debe a que las ballenas jorobadas, que migran de zonas como
el este de Estados Unidos, vienen al Caribe para reproducirse y suelen escoger
a Puerto Rico para parir por la calidez de sus aguas, pues las crías no tienen
suficiente grasa para soportar nacer en el frío. Por lo tanto, durante el
tiempo que están en la región, los ballenatos son alimentados con leche alta en
grasa para incentivar su crecimiento.
La también coordinadora del Programa de Especies
Protegidas del DRNA aseguró que hay una gran posibilidad de presenciar avistamientos
desde las costas boricuas, particularmente donde las zonas profundas están
cerca de la orilla.
“Ellas buscan
las zonas llanas para resguardar a esa cría; por eso, se pueden ver desde la
orilla y se puede apreciar ese espectáculo, porque el animal está sin ruido del
motor (de embarcaciones); por eso, es que vemos que brincan, que puede ser la
cría jugando y comunicación también”, explicó Rodríguez Ferrer, quien comentó
que “esos avistamientos son superimportantes, porque nos demuestran cómo la
población ha aumentado desde que se protegió”.
La temporada para ver ballenas jorobadas, en años
previos, comenzaba en octubre. Sin embargo, debido al cambio climático, estos
animales suelen permanecer por más tiempo en zonas frías, donde se alimentan.
Por ejemplo, en esta temporada, el primer avistamiento se registró a finales de
diciembre.
No obstante, otras especies de ballena son
residentes en el Caribe y viven entre Puerto Rico, República Dominicana e Islas
Vírgenes. “Ellas cubren toda esa zona todo el año. Por eso, es que nosotros
vemos, por ejemplo, con las orcas, que últimamente se han vuelto famosas, que
tenemos avistamientos de orcas en todos los meses del año, en diferentes años.
Así que no hay un patrón”, expuso.
..
Comentarios
Publicar un comentario