Revelado el “secreto antienvejecimiento” de unas ranas prehistóricas
Los científicos han descubierto cómo sobrevivió la
piel de una rana de Alemania durante 45 millones de años: las “cualidades
antienvejecimiento” provienen de los iones de calcio y fosfato, que se
liberaron del tejido durante la descomposición y finalmente lo reemplazaron.
Las fibras de colágeno fosilizadas también revelan más sobre el estilo de vida
de estos anuros.
En el corazón de Alemania, un misterio
paleontológico de cien años ha sido resuelto gracias al meticuloso trabajo de
científicos de la Universidad College Cork (UCC), quienes han descubierto cómo
algunas ranas fósiles han preservado sus partes carnosas a lo largo de millones
de años. La respuesta yace en la piel de estos anuros prehistóricos.
Los investigadores, liderados por el estudiante de
doctorado Daniel Falk y la profesora Maria McNamara, junto con colegas de
Irlanda, Alemania y el Reino Unido, examinaron ranas fósiles de 45 millones de
años de antigüedad del sitio de Geiseltal en Alemania central. Estos fósiles
presentan contornos corporales completos de los tejidos blandos, una condición
excepcional que se debe a la preservación de restos antiguos de piel.
Un lugar especialmente rico en tejidos blandos
fósiles es el Geiseltal, en Sajonia-Anhalt. Hace 45 millones de años todavía
existía allí un bosque pantanoso en el que vivían, entre otras cosas, ranas,
lagartos, cocodrilos terrestres, serpientes gigantes, ratites (aves no
voladoras) y caballos antiguos. En Geiseltal ya se han descubierto en total
unos 50.000 fósiles de este mundo pasado.
Utilizando técnicas de alta precisión como la
microscopía electrónica de barrido, análisis de rayos X sincrotrón y
espectroscopía infrarroja, herramientas que no estaban disponibles cuando los
fósiles fueron descubiertos por primera vez en el siglo XX, los paleontólogos
pudieron observar estructuras subcelulares, como fibras de colágeno, preservadas
en los fósiles de estos anuros. La piel de las ranas se replicó en el mineral
fosfato de calcio, lo que contribuyó a su supervivencia a través de eones.
El proceso lo describen los investigadores en un
artículo publicado en Scientific Reports: al hundirse las ranas muerta sen el
fondo de un lago, comenzaron a producirse algunos procesos importantes en sus
cuerpos que les permitían producir una fosilización detallada. En consecuencia,
la rana se descompuso con bastante rapidez e intensidad, pero su piel coriácea
permaneció intacta,
Según estos investigadores, los gases de la
descomposición provocaron que el valor del pH de la piel de rana se volviera
más ácido con el tiempo, lo que provocó que los gránulos contenidos en ella
liberaran iones de calcio y fosfato.
Luego, estos iones migraron a las fibras de colágeno
de la piel de la rana y gradualmente reemplazaron los componentes orgánicos,
convirtiéndola en una piedra conservada hasta nuestros días.
Anteriormente se había observado una forma similar
de conservación de tejidos blandos en ranas fósiles de Libros en Teruel,
procedentes de las antiguas minas de azufre de la localidad.
La calidad de la preservación de las ranas de
Geiseltal es tan notable que incluso permite inferir el hábitat de las ranas
fósiles. Las adaptaciones en la piel para prevenir la desecación sugieren que
estas ranas pasaban la mayor parte de su tiempo en tierra, desafiando la
opinión científica que ha prevalecido durante casi un siglo.
Este descubrimiento no solo resuelve un antiguo
enigma, sino que también destaca la importancia de las colecciones fósiles
históricas y la necesidad de reevaluar especímenes históricos con técnicas
modernas.
La investigación subraya que los tejidos blandos
fósiles a menudo revelan información oculta sobre la biología de los animales y
que las ranas desarrollaron adaptaciones especiales a la vida en tierra seca
hace más de 45 millones de años.
..
Comentarios
Publicar un comentario