Detectan la existencia de un “mundo perdido” en la Antártida
Un gigantesco sistema fluvial que existió hace
millones de años en las profundidades del hielo antártico conformó un verdadero
mundo hoy ya extinto: los científicos identificaron restos de un enorme río que
existió hace aproximadamente 34 millones de años y dio vida a una zona que
actualmente está dominada por grandes masas de hielo.
Investigadores de la Universidad de Bremen y del
Instituto Alfred Wegener, Centro Helmholtz de Investigación Polar y Marina, en
Alemania, junto con científicos de universidades e institutos alemanes,
británicos, irlandeses y suecos, han concretado un importante hallazgo que se
resume en un estudio publicado en Science Advances: descubrieron fuertes
evidencias de la existencia de un sistema fluvial que cruzaba la Antártida hace
entre 30 y 40 millones de años, formando parte de un escenario hoy inimaginable
en el inhóspito continente blanco.
Vale recordar que la Antártida no siempre fue una masa
de tierra aislada y solitaria cubierta de hielo. Hasta hace alrededor de 100
millones de años, era la parte central del supercontinente Gondwana. Luego de
su separación, la Antártida se estableció como un continente independiente. Sin
embargo, no estaba dominada por el hielo y tenía un clima templado.
Más allá de su ubicación en el polo sur, las
condiciones climáticas templadas fueron predominantes en la Antártida hasta el
final del Eoceno, hace unos 34 millones de años. En ese momento, el continente fue
atravesado por extensos sistemas fluviales: ahora, los científicos han
identificado el más grande de estos sistemas, un río de enormes dimensiones que
cruzaba todo el continente.
Según una nota de prensa, el equipo de especialistas
examinó muestras de sedimentos que obtuvieron del Mar de Amundsen, frente a la
costa de la Antártida Occidental, durante una expedición del rompehielos de
investigación Polarstern. Los análisis muestran que la mayoría de los minerales
y fragmentos de roca en estos sedimentos no provienen de la Antártida
Occidental, sino de las Montañas Transantárticas ubicadas en el borde de la
Antártida Oriental, a miles de kilómetros de distancia.
Se trata de una cordillera que ha surgido desde
finales del Eoceno, como parte clave de una grieta continental que se denomina
Sistema de Rift, que actualmente divide al continente helado en dos masas bien
diferenciadas: la Antártida Oriental y Occidental. Los especialistas explicaron
que el levantamiento y la erosión de las Montañas Transantárticas produjo
grandes cantidades de desechos, que el río descubierto en el nuevo estudio
transportó a lo largo de una distancia de más de 1.500 kilómetros hacia el
actual Mar de Amundsen, donde se recogieron las muestras.
De acuerdo a un artículo publicado en Space.com, los
investigadores realizaron un análisis de biomarcadores para determinar la
cantidad de lípidos y azúcar en los sedimentos, y hallaron una molécula única
que se encuentra habitualmente en las cianobacterias que viven en agua dulce.
El hallazgo confirmó sus sospechas: un antiguo río fluyó alguna vez por todo el
continente.
Además de aportar datos sobre las características de
una Antártida que hoy no podemos imaginar, el descubrimiento puede arrojar luz
sobre un evento climático extremo que ocurrió en el planeta durante el Eoceno
medio-tardío, cuando la atmósfera se transformó drásticamente, generando una
notable disminución en los niveles de dióxido de carbono. Esto derivó en el
enfriamiento global que desencadenó la formación de glaciares, en una Tierra
hasta entonces libre de hielo.
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