Dubái pone en marcha la central nuclear más grande del mundo
Desde que inició la lucha a nivel global para la
generación de energía limpia y libre de emisiones de CO2, los países y las
empresas andan en la búsqueda de fuentes energéticas que cumplan con estas
características. Te traemos la mina que encontró Dubái que no es petróleo, pero
sí algo mucho más peligroso para el planeta.
Hace poco, el presidente ejecutivo de la Corporación de Energía Nuclear de los
Emiratos Árabes Unidos (ENEC, por sus siglas en inglés), empresa estatal
encargada del desarrollo y administración de todo lo referente a fuentes
atómicas, anunció la puesta en servicio de la planta nuclear Barakah, en Dubái.
Esta central generará electricidad que permitirá
satisfacer la demanda del 25 % del rico país petrolero. La misma entra en
funcionamiento en una época en que los Emiratos Árabes Unidos están,
paradójicamente, en una apuesta fuerte por reducir su dependencia del petróleo
hacia fuentes más limpias.
Esta planta de energía nuclear está compuesta por
cuatro reactores que están en la capacidad de producir 40 teravatios / hora de
potencia eléctrica anuales. Lo que equivale a cubrir las necesidades de una
cuarta parte de la población incluyendo lo requerido por unos 16 millones de
vehículos eléctricos.
Su principal atributo es que posee unidades
múltiples, es la primera de este tipo en el mundo con cuatro reactores de agua
a presión modelo “APR – 1400” los que producen electricidad de una manera
continua, confiable e ininterrumpida. Ello sin emitir gases de efecto
invernadero y con una vida útil promedio de 60 años.
Esta planta eléctrica – nuclear, que su ubicación
específica es al oeste de Abu Dhabi, estuvo ocho años en construcción. Desde
que se vertió el primer hormigón hasta el suministro del combustible y el
encendido de los reactores. Pero ahora que está funcionando, dice la ENEC “es
un modelo que se puede seguir a nivel mundial”.
De hecho, es la mayor fuente energética limpia del
Oriente Medio con el más alto porcentaje de electricidad ecológica per cápita
en cinco años en todo el planeta. Además, pueden vender productos asociados a
esta fuente energética a precios muy competitivos para satisfacer las
necesidades de compañías en Abu Dhabi.
Por otra parte, Barakah será un bastión en la lucha
contra el cambio climático, puesto que permitirá reducir la emisión de unos 22
millones de toneladas de emisiones de dióxido y monóxido de carbono anuales.
Que sería el equivalente al gas producido por casi 5 millones de coches en las
carreteras de la gran ciudad.
De igual manera, también elimina en gran medida la
dependencia con el gas natural. Puesto que, de acuerdo con la Agencia
Internacional de Energía, en el 2021 el 86,4 % del total de la electricidad
consumida por este país proviene de esta fuente de origen no limpio.
Respecto a la operatividad de la planta nuclear, el
vicepresidente ejecutivo de ENEC manifiesta que con la puesta en servicio queda
demostrado que la energía atómica es económicamente viable. Además de que puede
ser desarrollada eficientemente de forma amigable con el medio ambiente.
Al respecto, hay algunas organizaciones ecológicas
que están en contra del uso de esta energía, puesto que manifiestan que por más
cuidado que se tenga, siempre habrá desechos radiactivos que afecten a las
personas y al ambiente. De igual manera, está sobre el tapete lo concerniente a
los accidentes nucleares.
Concluyendo, la energía nuclear es una forma de
producir electricidad de una manera limpia y sin emisiones, tal y como lo ha
demostrado esta planta en Dubái que dará este recurso durante 60 años. Pero
están latentes los peligros potenciales que representa.
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