Ya sabemos qué hay en el interior de la Luna

La Luna, el satélite de la Tierra y protagonista de muchas de las últimas investigaciones astronómicas, ha vuelto a sorprender a los expertos. La exploración lunar ha revelado uno de los misterios más ocultos de este cuerpo espacial. Y es que, muchos se preguntaban qué hay en el interior de la Luna. Una vez desvelado qué esconde el núcleo terrestre, llegaba el turno al satélite colonizado por Neil Amstrong en 1969.

El diámetro de la Luna es de 3.476 kilómetros, lo que equivale a la distancia entre Moscú y Madrid y aunque se vea pequeña, es el quinto satélite más grande del Sistema Solar, inmerso en la Vía Láctea. La Luna siempre ha sido un misterio porque lo que se ve desde la Tierra, a simple vista o con los telescopios, es lo que se conoce como cara visible, donde hay mares lunares volcánicos, montañas antiguas y cráteres por el impacto de meteoritos.

Eso es lo que se ve, pero lo que queda al otro lado, la cara oculta de la Luna y su interior siempre ha sido un enigma. Hasta ahora. Y es que el espacio siempre ha sido un misterio que ha ocupado a cientos de científicos, que han conseguido descifrar datos tan importantes como el momento en que la tierra dijo adiós a los días de 4 horas.

El interior de la Luna es muy parecido al de la Tierra, con un núcleo que tiene una capa fluida externa y dentro de él, elementos sólidos. Esto, que ha sido recientemente descubierto, certifica lo que muchos científicos pensaban.

Y es que había un sector que afirmaba que dentro de la Luna había materia sólida, y otros que discrepaban, manteniendo que lo que había era líquido. Ha sido el Centro Nacional de Investigación Científica de Francia, y su miembro Arthur Briaud quien ha dado una respuesta en un artículo que ha aparecido en la revista Nature.

Los datos publicados son interesantes y aclaran uno de los misterios espaciales más comentados y estudiados. Ni exclusivamente sólido, ni cien por cien líquido: los elementos volcánicos del núcleo lunar comprenden los dos estados. Por otro lado, otro de los datos más interesantes es el de las medidas. El núcleo exterior tiene un radio de 362 kilómetros y el interior de 258 kilómetros, es decir, el 15% del total de este satélite.

 

El interno tiene una densidad de unos 7.822 kilogramos por metro cúbico, como ha reflejado National Geographic, que se ha hecho eco de este importante hallazgo.

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