Revelan el rostro de una mujer vampira del siglo XVII en Polonia
En una necrópolis de Pien, Polonia, arqueólogos hallaron los restos de Zosia, una joven de 18 a 20 años sepultada con una hoz de hierro en el cuello y un candado en el pie, indicios de que fue enterrada como “vampira” hace 350 años para evitar su resurrección. Un equipo científico reconstruyó su rostro usando ADN y tecnología 3D, revelando una apariencia sorprendente y ojos intensos. Aunque la tildaron de vampira, su sepultura peculiar podría deberse a deformidades físicas o estigmas sociales de la época.
En la pequeña localidad de Pien, Polonia, un
hallazgo arqueológico ha capturado la atención mundial: el descubrimiento de
Zosia, una joven enterrada en el siglo XVII con una hoz en el cuello y un
candado en el pie, métodos usados para evitar que resucitara. Identificada como
“vampira” debido a antiguas creencias, Zosia presenta un intrigante pasado
reconstruido por científicos de la Universidad Nicolás Copérnico de Toruń,
quienes han recreado su rostro usando ADN y tecnología 3D.
Los arqueólogos, quienes encontraron los restos de
Zosia en 2022, indican que este tipo de sepultura refleja las supersticiones y
el temor hacia seres sobrenaturales que habitaban la cultura de la época. La
joven, cuyos restos apuntan a problemas de salud y posibles deformidades
físicas, pudo haber sido vista como una criatura paranormal, quizás incluso una
"estrige", una figura del folclore polaco asociada con las almas
duales y maldiciones. Estas condiciones podrían haberla marginado y dado lugar a
su singular y temido entierro.
La reconstrucción de su rostro fue llevada a cabo con una réplica en 3D de su cráneo y detalles musculares minuciosos añadidos con plastilina, revelando una piel clara y ojos azules cautivadores. “Es conmovedor ver su rostro de nuevo, especialmente cuando conoces la historia detrás”, comenta Oscar Nilsson, el arqueólogo sueco a cargo del proyecto. Según él, devolverle un semblante humano fue fundamental para redimir su memoria, distanciándola de la figura de "monstruo" con la que fue enterrada.
Investigaciones adicionales sugieren que Zosia
podría haber sido percibida como una “extranjera no deseada” en un contexto de
guerras entre Polonia y Suecia o ser víctima de algún estigma social, como un
suicidio o una conducta extraña.
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