El iceberg más grande del mundo rompe su prisión y se dirige hacia la civilización
El iceberg más grande del mundo, conocido como A23a,
se ha desprendido y ahora flota a la deriva en el océano Antártico. Con una
superficie de aproximadamente 4.000 kilómetros cuadrados, equivalente a 6,5
veces el tamaño de Madrid, este coloso de hielo se separó de la plataforma de
hielo Filchner-Ronne en 1986 y ha permanecido atrapado en el fondo marino
durante décadas. Recientemente, impulsado por vientos y corrientes, ha
comenzado a moverse nuevamente.
Las imágenes satelitales han revelado que A23a se
dirige hacia el norte, posiblemente en ruta hacia la isla de Georgia del Sur. En
su trayecto, se espera que encuentre aguas más cálidas, lo que provocará su
fragmentación en icebergs más pequeños y, eventualmente, su desintegración.
Este proceso podría tener un impacto significativo en los ecosistemas marinos
locales, ya que la fusión de grandes masas de hielo influye en el ciclo de
carbono y nutrientes en los océanos.
El movimiento de A23a ha captado la atención de la
comunidad científica, que monitorea su trayectoria y los posibles efectos
ambientales asociados. Este fenómeno también pone de relieve las dinámicas
cambiantes de las masas de hielo en la Antártida y su relación con el cambio
climático global.
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