La NASA dispara rayos láser sobre un huracán

Un sistema láser experimental permite obtener perfiles tridimensionales del viento a través del efecto Doppler, incluso en plena tormenta

La NASA, en colaboración con la NOAA (Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos), ha lanzado una ambiciosa iniciativa para mejorar la predicción de fenómenos meteorológicos extremos. A bordo de una aeronave modificada, científicos han desplegado un dispositivo revolucionario conocido como aerosol wind profiler (AWP), que dispara 200 pulsos láser por segundo con el fin de analizar con detalle el comportamiento del aire en diferentes altitudes.

Este sistema, que emplea el efecto Doppler, capta cómo se modifica la longitud de onda de la luz al rebotar sobre partículas suspendidas en la atmósfera, como polvo o humo. El resultado es un perfil tridimensional de la velocidad y dirección del viento, superando en precisión y alcance a globos meteorológicos o imágenes satelitales convencionales, que dependen de condiciones como la nubosidad o la presencia de vapor de agua.

Una misión en plena tormenta tropical

Uno de los momentos clave de esta campaña científica se vivió durante un vuelo sobre las bandas externas del huracán Helene. A pesar de la intensa turbulencia, el equipo logró recopilar datos en tiempo real sin precedentes. “No solo se mide el viento en un punto, sino en múltiples altitudes a la vez y con una resolución extraordinaria”, explicó Kris Bedka, responsable del proyecto en el Centro Langley de la NASA.

Junto al AWP, la misión contó con otros instrumentos de vanguardia. El sistema HALO (High Altitude Lidar Observatory) midió humedad y estructuras nubosas, mientras que la NOAA desplegó dropsondes, sensores que descienden desde el avión hasta el suelo registrando temperatura, presión y otras variables atmosféricas. Estos elementos forman parte del Joint Venture Program, una iniciativa pionera para integrar tecnologías de nueva generación en los modelos meteorológicos globales.

Un paso hacia satélites más inteligentes

El objetivo a medio plazo es incorporar sistemas como el AWP y HALO en futuras misiones espaciales. “Queremos escalar esta capacidad a nivel global y complementar los actuales sistemas de observación”, señaló Bedka. Con esta tecnología, se podrían detectar con más antelación y precisión la evolución de tormentas tropicales, huracanes o cambios repentinos en la atmósfera.

Uno de los vuelos más reveladores tuvo lugar en octubre de 2024, cuando se esperaba un cielo despejado pero se encontró una atmósfera saturada de aerosoles. Esta situación permitió obtener imágenes del viento estratificado con una nitidez y profundidad que los modelos actuales no pueden simular. Las implicaciones de este hallazgo podrían transformar por completo las bases de la predicción meteorológica.

Aplicaciones globales y seguridad climática

Para Harshesh Patel, director interino del programa conjunto en la NOAA, “un perfil 3D del viento puede mejorar notablemente las previsiones, especialmente en el caso de tormentas y huracanes”. Esta herramienta podría cubrir zonas actualmente poco monitorizadas, como los océanos o regiones remotas, aumentando la precisión de los pronósticos y salvando vidas en escenarios de riesgo.

 

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