Hallan un nido de avispas radiactivo en una planta nuclear de Carolina del Sur
El Departamento de Energía de Estados Unidos ha localizado un inusual nido de avispas con niveles de radiactividad más de diez veces superiores a los límites federales de seguridad en el complejo nuclear del río Savannah, en Carolina del Sur, una instalación clave durante la Guerra Fría y actual centro de almacenamiento de residuos atómicos.
Descubrimiento
en una zona de alto riesgo
El hallazgo se produjo
en las proximidades de varios tanques que contienen millones de litros de
residuos nucleares líquidos. La detección activó de inmediato los protocolos de
seguridad establecidos para este tipo de instalaciones, que requieren una
vigilancia constante debido a la peligrosidad del material almacenado.
El emplazamiento del
río Savannah, operativo desde principios de la década de 1950, fue creado para
la producción de plutonio destinado a bombas nucleares y hoy, bajo la gestión
del Departamento de Energía, se centra en la fabricación de combustible para
centrales nucleares. A pesar de su cambio de función, conserva un legado
altamente contaminante como herencia de la carrera armamentística de la Guerra
Fría.
Intervención inmediata
y ausencia de insectos
Según los informes
oficiales, en el momento del hallazgo no se encontraron avispas dentro del
nido, lo que permitió que el equipo de seguridad pudiera pulverizarlo sin
riesgo adicional. Las autoridades han aclarado que, incluso si hubieran estado
presentes, los insectos habrían acumulado niveles de radiactividad mucho
menores que los registrados en la estructura del nido.
El informe interno del
Departamento de Energía señala que la contaminación detectada era más de diez
veces superior al umbral permitido por las regulaciones federales, lo que
resalta la potencia de la fuente de radiación y la importancia de la
intervención rápida.
Preocupación
por posibles nuevos casos
Organizaciones como
Savannah River Site Watch, que supervisan la actividad nuclear en la región,
han mostrado su inquietud ante la posibilidad de que existan otros nidos
radiactivos en el recinto. Su director ejecutivo, Tom Clements, ha pedido más
información sobre la especie concreta de avispa y el origen del material
radiactivo, así como explicaciones sobre la posibilidad de fugas en los tanques
de almacenamiento.
Clements ha criticado
la falta de transparencia y ha advertido que el hallazgo debería servir de
recordatorio de los riesgos persistentes asociados a la gestión de residuos
nucleares.
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