Nuevas pistas moleculares apuntan a que Encélado, la luna de Saturno, alberga vida
Un nuevo análisis de los datos de la misión Cassini revela moléculas orgánicas complejas expulsadas desde el océano subterráneo de Encélado, lo que refuerza la posibilidad de que existan formas de vida microbiana en ese mundo helado.
Científicos de la Universidad Libre de Berlín y la Agencia Espacial Europea (ESA) han reinterpretado información recogida por la sonda Cassini de la NASA hace casi dos décadas y han anunciado un descubrimiento de enorme trascendencia: moléculas orgánicas complejas en los granos helados recién expulsados por los géiseres de Encélado, la luna de Saturno.
El hallazgo, publicado en la revista Nature Astronomy, abre una
nueva ventana sobre la química que ocurre en las profundidades de su océano
oculto y sugiere que en esas aguas subterráneas podrían darse condiciones
compatibles con la vida microbiana.
El eco de Cassini en
2008
El resultado se basa en mediciones realizadas durante un sobrevuelo de
Cassini en 2008, cuando el instrumento Cosmic Dust Analyzer (CDA)
interceptó partículas de hielo procedentes del interior de la luna. Al impactar
contra el detector a gran velocidad, liberaron señales químicas que permitieron
identificar compuestos que hasta ahora habían pasado desapercibidos.
Entre ellos aparecen moléculas con nitrógeno y oxígeno, familias químicas
fundamentales en la Tierra para la formación de sustancias biológicamente
relevantes. Los autores subrayan que se trata de compuestos que parecen
originarse directamente en el océano interior, y no de simples residuos
alterados por la radiación espacial.
Ingredientes de
habitabilidad
El hallazgo no constituye una prueba de vida extraterrestre, pero suma
piezas clave: un océano global de agua líquida bajo el hielo, una fuente de
energía probablemente hidrotermal y ahora materia orgánica compleja capaz de
sostener procesos prebiológicos. Según los investigadores, existen rutas
químicas que podrían llevar a la evolución de moléculas más sofisticadas,
esenciales para la biología tal y como la conocemos.
El estudio resalta además que los granos analizados eran “frescos”,
expulsados apenas minutos antes de chocar contra Cassini, lo que reduce la
incertidumbre sobre alteraciones químicas en el espacio y ofrece una imagen más
fidedigna de lo que ocurre en el interior del satélite.
Una meta prioritaria
en la exploración espacial
El renovado interés por Encélado ha impulsado a la ESA a trabajar en
estudios conceptuales para una misión futura que orbite o aterrice en su polo
sur, donde nacen los géiseres. La comunidad científica lo considera uno de los
destinos prioritarios en la búsqueda de vida fuera de la Tierra.
Encélado, con sus chorros de hielo y su océano
secreto, emerge de nuevo como un candidato privilegiado para responder a una de
las grandes preguntas de la humanidad: ¿estamos solos en el universo?
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