Hallan dos cráneos de Homo erectus de hace 1,5 millones de años en Etiopía


Junto ellos había herramientas olduvayenses y axelianas que avalarían una complejidad cultural y conductual de esta especie hasta ahora desconocida
Un equipo internacional de arqueólogos de España y de EEUU ha hallado en Gona (Etiopía) dos cráneos de Homo erectus, de hace 1,5 millones de años, junto a los cuales había herramientas olduvayenses y axelianas que avalarían una complejidad cultural y conductual de esta especie hasta ahora desconocida.

Los científicos, que han dado a conocer el hallazgo en la revista "Science Advances", han contado con la colaboración de la investigadora del Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social (IPHES), Isabel Cáceres, que ha analizado los fósiles encontrados junto a los cráneos y ha constatado el consumo de animales mamíferos por parte de estos homininos.
El equipo internacional está dirigido por Sileshi Semaw, investigador del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH) de Burgos (España) y Michael Rogers de la Southern Connecticut State University (EEUU), mientras que Cáceres, que también es investigadora de la Universidad Rovira i Virgili (URV) de Tarragona, ha colaborado en el análisis de los hallazgos.
La localización de estos cráneos y fósiles ha sido en Gona, en la zona del triángulo Afar, adyacente a las áreas de Middle Awash y Hadar, donde se encontraron los famosos esqueletos "Ardi" y "Lucy", respectivamente.
Uno de los cráneos que ahora se han dado a conocer está casi completo y está datado en 1,5 millones de años, mientras que el otro se ha conservado parcialmente y tiene alrededor de 1,2 millones de años de antigüedad.
Según ha informado el IPHES, el primero de los cráneos tiene un volumen de 590 centímetros cúbicos, es el más pequeño documentado en un Homo erectus en África y tiene cierta similitud con los pequeños individuos descubiertos en Dmanisi (Georgia).
El otro cráneo parcial, en cambio, es robusto y grande, con entre 800 y 900 centímetros cúbicos.
Según los investigadores, el pequeño tamaño del primer cráneo sugiere que podría pertenecer a una hembra y, por tanto, que Homo erectus probablemente era una especie sexualmente dimórfica.
En el lugar, en vez de encontrar sólo los grandes bifaces -herramientas líticas prehistóricas típicas del Homo erectus-, los arqueólogos hallaron otras herramientas más avanzadas, lo que sugiere que el Homo erectus tenía un grado de plasticidad cultural y conductual que aún no se conocía.
Estos homininos vivían muy cerca de ríos, en entornos con bosques de ribera y, según los investigadores, tenían una dieta basada en plantas, árboles y arbustos y también animales.
Cáceres se ha encargado de la tafonomía de los restos aparecidos junto a los cráneos, es decir, del estudio de las modificaciones superficiales que presentan los fósiles de las herramientas líticas, que fueron usadas supuestamente para descarnar y acceder a la médula de animales de diferente tamaño.
Esto desvelaría, según los arqueólogos, que el Homo erectus consumió mamíferos grandes, medianos y pequeños, aunque no se ha podido establecer si fueron obtenidos mediante la caza. EFE

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