Los neandertales ya sabían pescar hace 100.000 años
El hallazgo de abundantes restos de
crustáceos y pescado revela que la especie neandertal se adaptó a la costa y su
desarrollo era, en muchos sentidos, equiparable al de los 'sapiens' que vivían
en África en esa época
Una cueva oculta entre
las rocas, en un acantilado de la costa portuguesa, ofreció refugio a un grupo
de neandertales, que hizo de este enclave su hogar hace unos 100.000 años. De
la vida que llevaron allí han quedado algunas herramientas de piedra y los
restos de los animales que cazaron o recogieron. Vestigios que incluyen huesos
de ciervos, caballos o aves y -lo que es más llamativo- gran variedad de
crustáceos, moluscos y pescado.
Se trata de la prueba
más concluyente del uso de recursos marinos por parte de los neandertales
europeos e implica que fueron capaces de adaptarse a la vida en la costa, un
rasgo que hasta ahora sólo se había hallado en los Homo sapiens modernos.
El hallazgo sugiere,
además, que estos homínidos -el pariente más cercano de nuestra especie- tenían
comportamientos muy similares a los de los primeros seres humanos, que vivieron
en el mismo periodo. "Los neandertales también eran sapiens, ésa es la
conclusión que hay que sacar de la última década de investigaciones",
afirma João Zilhão, profesor de la Universidad de Barcelona y primer autor de
un artículo, que se publica este jueves en la revista Science.
"Los neandertales
europeos y los 'hombres modernos' africanos se mezclaron de forma extensiva (el
70% del genoma neandertal sigue presente en nosotros 40.000 años después) y los
neandertales han pasado con matrícula de honor todos los test que se les han
planteado en materia de cognición, conducta, inteligencia y lenguaje".
El investigador
portugués publicó en 2018 una datación de las pinturas de la cueva cántabra de
La Pasiega que arrojaba una sorprendente conclusión: la nueva cronología
(64.800 años) implicaba que sus autores tuvieron que ser neandertales, ya que
los dibujos se crearon antes de la llegada de los sapiens a la península.
"Cuando hablamos de
neandertales y de primeros 'hombres modernos' no estamos hablando de 'ellos y
nosotros', estamos hablando de nuestros ancestros. La contribución de unos y
otros a lo que hoy es la humanidad no fue la misma pero todos contribuyeron:
todos pertenecían a una misma especie biológica, aunque era más diversa
entonces de lo que es hoy".
No todos los expertos
son tan categóricos como Zilhão a la hora de equiparar sapiens y neandertales.
De hecho, algunos científicos utilizan los términos de Homo sapiens y Homo
neanderthalensis para señalar la diferencia entre las dos especies, mientras
que otros hablan de las subespecies Homo sapiens sapiens y Homo Sapiens
Neanderthalensis.
Lo que parece fuera de
toda duda es que los hallazgos de los últimos años desmienten la idea de que
Neanderthalensis fue una criatura tosca y salvaje, apenas evolucionada.
"Hemos demostrado que los neandertales que vivían en la Península Ibérica
explotaron los recursos marinos y terrestres con la misma intensidad que el
hombre moderno que vivía en Sudáfrica en la misma época", explica
Francesco d'Errico, director de Investigación en la Universidad de Burdeos y
coautor del estudio que se publica en Science.
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