Identifican la conexión más antigua entre euroasiáticos y americanos en el lago Baikal
Genomas recientemente secuenciados de
cazadores-recolectores prehistóricos en la región del lago Baikal revelan
conexiones con los primeros estadounidenses
Nuevas pistas sobre a
movilidad humana durante la Edad de Bronce temprana, una era caracterizada por
una creciente complejidad social y tecnológica, han sido reveladas en un
estudio publicado en la revista Cell. Investigadores del Instituto Max Plank
para la Ciencia de la Historia Humana ha evaluado la historia de la población
de la región del lago Baikal, encontrando la conexión más antigua y profunda
hasta la fecha entre los pueblos de Siberia y las Américas.
19 genomas humanos
antiguos recientemente secuenciados de la región del Lago Baikal han revelado
múltiples pérdidas genéticas y eventos de mezcla, lo que indica que la
transición del Neolítico a la Edad del Bronce fue facilitada por la movilidad
humana y las complejas interacciones culturales. El estudio, además, podría arrojar
luz sobre futuros estudios sobre la historia de la población indígena
americana.
Estudios anteriores ya
habían indicado una conexión entre las poblaciones de Siberia y América, pero
la genética de un individuo de 14 000 años es la más antigua en presentar
ascendencia mixta, de los nativos americanos y los euroasiáticos. El genoma de
esta persona se obtuvo de un diente excavado en 1962 en el sitio Ust-Kyahta-3.
Este individuo del sur
de Siberia, junto con un mesolítico más joven del noreste de Siberia, comparten
la misma mezcla genética de ancestros del antiguo Eurasia del Norte (ANE) y del
noreste de Asia (NEA) que se encuentra en los nativos americanos. Con lo cual,
los científicos suponen que el ascenso de los nativos americanos se distribuyó
mucho más de lo que se creía: la evidencia sugiere que esta población
experimentó contactos genéticos frecuentes con las poblaciones del NEA, lo que
resulta en proporciones de mezcla variables a lo largo del tiempo y el espacio.
Además,
los investigadores pudieron producir una descripción detallada de la historia
de la población en la región del lago Baikal mediante líneas de evidencia
aportadas por genomas humanos e, incluso, patógenos, así como análisis de
isótopos estables. Entre los patógenos analizados, se ha descubierto la
presencia de la bacteria Yersinia pestis, que provoca la enfermedad denominada
comúnmente como la peste. La sorprendente presencia de la Y. pestis apunta a
contactos mucho más amplios de lo estimado: "La presencia de las cepas
antiguas de Y. pestis probablemente sugiere una movilidad de largo alcance
durante la Edad del Bronce", según Maria Spyrou, una de las autoras del
estudio. "En el futuro, con la generación de datos adicionales, esperamos
delinear los patrones de propagación de la peste con más detalle".
concluye Johannes Krause, autor principal del estudio.
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