Hallan los restos de una gigantesca erupción que cubrió el 1% de la Tierra
Una reciente
investigación ha localizado junto a Nueva Zelanda una gran superficie de roca
volcánica con forma de triángulo que corresponde a los restos de una erupción
gigantesca ocurrida hace unos 120 millones de años y que supone la cnfirmación
de que todas las mesetas estuvieron conectadas una vez y compartieron todo su
flujo volcánico.
En un artículo publicado
en Science Advances, los profesores Tim Stern y Simon Lamb, de la Facultad de
Geografía, Medio Ambiente y Ciencias de la Tierra de la Universidad Victoria de
Wellington, indican que esta superficie se originó cuando una columna gigante
de roca caliente se separó del límite del manto central de la Tierra, a unos
3.000 kilómetros por debajo de la superficie, y se elevó rápidamente a la superficie
como una "superpluma".
Según explican en un
comunicado, "en el pasado geológico se han producido grandes vertidos
volcánicos, de los cuales el mayor conocido ocurrió en el Pacífico
suroccidental en el periodo Cretácico durante la época de los dinosaurios,
formando una meseta volcánica submarina del tamaño de un continente".
Posteriormente, prosiguen
Stern y Lamb, el movimiento de las placas tectónicas rompió esta meseta. Un
fragmento de la misma, que hoy forma la meseta Hikurangi, "se alejó hacia
el sur, y ahora subyace en la Isla Norte (de Nueva Zelanda) y también en el
océano poco profundo en alta mar".
En su investigación,
Stern y Lamb estudiaron la velocidad de las ondas sísmicas para poder
determinar sus orígenes y características, por lo que pudieron averiguar que
las rocas de las mesetas Hikurangi, Manihiki (al norte de Samoa) y Ontong-Java
(al norte de las Islas Salomón) formaban parte de la misma superpluma.
"Lo extraordinario
es que todas estas mesetas estuvieron conectadas una vez, formando el mayor
flujo volcánico del planeta en una región de más de 2.000 km de diámetro".
Para el profesor Stern,
gracias a este estudio "tenemos pruebas contundentes de que tal actividad
realmente ocurrió, y también tenemos un método de huellas dactilares para
detectar fragmentos de las plumas más grandes de todas las superplumas que se
elevan desde cerca el núcleo de la Tierra".
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