Hallan en Tarragona restos de hienas y jaguares de hace un millón de años
Arqueólogos del Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social (IPHES) han hallado en el yacimiento del Barranc de la Boella, en La Canonja (Tarragona), partes de dientes de jaguares y restos fecales de hienas que vivieron allí hace entre un millón y 800.000 años, en el Pleistoceno inferior.
Según ha informado el
IPHES, también han encontrado numerosas herramientas de piedra prehistóricas
contemporáneas a las primeras ocupaciones humanas de Eurasia del mismo período.
Restos arqueológicos de hace un millón de años
Los trabajos
arqueológicos en este yacimiento, que está siendo explorado desde hace 13 años,
comenzaron el pasado 7 de septiembre y durarán hasta el próximo miércoles, y se
han centrado en recuperar herramientas y restos esqueléticos de animales de
hace entre un millón y 800.000 años de antigüedad.
Según los arqueólogos,
las herramientas de piedra tallada halladas constituyen “una colección
formidable de gran singularidad, no solo por su antigüedad sino también por su
extraordinaria conservación“.
Los trabajos de estos
días se han centrado en continuar la intervención en los estratos que contienen
restos esqueléticos de animales y herramientas de piedra prehistóricas y que
permiten explicar las primeras ocupaciones humanas de Eurasia.
Hienas, rinocerontes e hipopótamos en la Cataluña prehistórica
En la zona explorada por
los arqueólogos, moldeada por el río Francolí y sus afluentes, los arqueólogos
han documentado animales corredores de espacios abiertos (rinocerontes,
caballos, cérvidos) y otros que necesitan gran cantidad de agua, como los
hipopótamos y mamuts, y este año también han encontrado partes dentarias de
carnívoros (jaguares) y restos fecales de carroñeros (hienas).
Las herramientas más antiguas de Europa
También han encontrado herramientas
de piedra tallada elaboradas con sílex “de mucha calidad y esquistos“, entre
ellas picos y hendedores, una especie de hachas de mano que son consideradas
las más antiguas de Europa.
Además de miembros del
IPHES especialistas en diferentes disciplinas, este año han participado en la
excavación del Barranc de la Boella cerca de una veintena de estudiantes
procedentes de diferentes universidades españolas.
El método de excavación
en el Barranc de la Boella se centra en intervenir en gran superficie, lo que
permite una aproximación espacial y cuantitativa al comportamiento territorial
de las poblaciones prehistóricas que habitaron la zona, han explicado los
arqueólogos.
Esta forma de trabajar
se ha empezado a aplicar tras hacer sondeos para verificar el potencial del
yacimiento, con el fin de que se convierta en uno de los lugares arqueológicos
más idóneos para explicar el primer poblamiento humano de Europa.
Arqueología en tiempos de la COVID-19
A consecuencia de la
COVID-19, este año el IPHES ha restringido la participación de estudiantes de
otros países, y para los últimos días de campaña, el IPHES ha programado test
de detección serológico para los participantes en la excavación. EFEverde
.-
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