La amenaza del permafrost en las costas es mayor de lo creído

 

El permafrost se encuentra en zonas donde impera un clima lo bastante frío como para asegurar que el material permanece congelado durante todas las estaciones del año. El permafrost es, a grandes rasgos, una capa subterránea de tierra o roca con hielo y materia orgánica atrapada. 

Hay un gran interés en vigilar el efecto del clima cada vez más cálido sobre el permafrost porque, a medida que se derrite, el permafrost libera sus reservas de carbono congelado en la atmósfera en forma de metano y dióxido de carbono, dos gases con efecto invernadero, contribuyendo así al cambio climático global.

Durante mucho tiempo se creyó que el permafrost sólido se extendía un buen trecho mar adentro: desde la tundra, por debajo de la playa y por debajo del lecho marino que desciende en una suave pendiente mar adentro. Se consideraba que ese permafrost era comparable a una sólida barrera de ladrillo, por la que no podían escapar las vastas cantidades de carbono atrapadas en el permafrost.

Pero una nueva investigación, a cargo de un equipo integrado, entre otros, por Micaela Pedrazas, Bayani Cárdenas y Cansu Demir, de la Universidad de Texas en Austin (Estados Unidos), ha refutado esa creencia. Los investigadores han encontrado que el permafrost está mayormente ausente en todo el lecho marino poco profundo a lo largo de una zona costera en el nordeste de Alaska. Eso significa que el carbono puede ser liberado a través de la línea de costa mucho más fácilmente de lo que se ha venido creyendo. Es una mala noticia para la lucha contra el calentamiento global.

Empleando una técnica especial, Pedrazas y sus colegas trazaron un mapa del subsuelo bajo la laguna Kaktovik a lo largo de la costa nordeste de Alaska en el transcurso de tres años. Entre sus hallazgos, destaca el de que la playa y el fondo marino están completamente desprovistos de hielo hasta por lo menos unos 20 metros. En la tundra misma, se detectó permafrost rico en hielo en los primeros 5 metros, pero por debajo de eso, el subsuelo que se cartografió también estaba libre de hielo.

Los resultados del estudio, aparte de su relevancia general, revelan una amenaza para las comunidades humanas a lo largo de la costa. Muchas de ellas viven en terrenos cuyo subsuelo alberga permafrost. A medida que el permafrost se descongela, se acelera la erosión costera, lo que a su vez erosiona la tierra en la que se encuentran las viviendas, infraestructuras y demás edificaciones. En la zona de Kaktovik, la erosión puede llegar a ser de hasta 4 metros por año.

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