Los cocodrilos apenas han cambiado en 200 millones de años
Los cocodrilos son bestias extrañas, que parecen provenir de otra época. A veces denominado “Fósiles vivientes”, estos reptiles escamosos, fríos y de movimiento lento han existido durante cientos de millones de años. Un nuevo estudio explica por qué su apariencia apenas ha cambiado desde el Jurásico.
Hay fósiles de los antepasados de los cocodrilos
modernos (el grupo de reptiles que incluye cocodrilos, caimanes y caimanes) que
se remontan a hace unos 200 millones de años. Los cocodrilos de hoy y los que
existieron en la época de los dinosaurios tienen todos un hocico largo y
aplanado, una cola extremadamente poderosa, una piel muy fuerte y una forma
similar de moverse, gatear o atravesar sus patas.
El hecho de que los cocodrilos no hayan evolucionado
físicamente durante tanto tiempo es extremadamente inusual, especialmente dada
la gran diversidad que se puede observar entre los animales en la actualidad.
Actualmente, solo hay veinticinco especies de cocodrilos. Aparte de algunas
variaciones en la forma de sus cráneos, todos se ven muy similares. Sin
embargo, al observar fósiles de cocodrilos, notamos que alguna vez fueron mucho
más diversos. Algunos podían correr rápido, otros nadaban en el océano y otros
eran excavadores o incluso bípedos, por ejemplo.
La teoría de
los equilibrios puntuados
Gracias a su investigación reciente, los científicos
finalmente han descubierto que la mayoría de las especies de cocodrilos que aún
existen hoy evolucionan muy lentamente. Los expertos explican esto mediante la
teoría de los equilibrios puntuados. Según ella, cuando los organismos alcanzan
un estado óptimo, no evolucionan, hasta que el entorno los obliga a adaptarse a
nuevas condiciones. Si bien todavía no está muy claro por qué algunos animales
siguen este patrón mientras que otros evolucionan constantemente, existen
algunos factores que podrían explicar el fenómeno.
En primer lugar, recordemos que los cocodrilos
modernos no pueden controlar su temperatura corporal. Por tanto, son más
sensibles a las variaciones climáticas que otros animales, como mamíferos o
aves, por ejemplo. Sin embargo, los cocodrilos pueden sobrevivir sin comer
durante períodos de tiempo muy prolongados, lo que los hace particularmente
resistentes.
La evolución de los cocodrilos probablemente se
debió a un cambio notable en su entorno al que se vieron obligados a adaptarse,
como una gran variación de temperatura. Esto podría explicar en particular la
desaparición de ciertas especies de cocodrilos fosilizados.
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